“Reequilibrar las cuentas de la Seguridad Social” era esto: una subida general de cotizaciones
Hubo un tiempo en que la Comisión Europea advertía con severidad a España sobre los desequilibrios persistentes en el sistema público de pensiones y marcaba la senda de la sostenibilidad financiera de la Seguridad Social en términos de futuros recortes de prestaciones que se deberían adoptar una vez que el sistema fuera inviable y se asomase a la quiebra. Algo parecido a esta profecía se vivió en Grecia, cuando la Troika empujó al gobierno heleno tras el rescate por la crisis de 2008 a reducir en un 20% el nivel de las prestaciones a los jubilados del país. Sin embargo, España, con una mejor salud financiera y con las medidas de contención aplicadas por el PP en 2013 en materia de pensiones y desde 2012 en materia de déficit público, logró sortear este escenario de ajustes a las bravas en las cuentas de la Seguridad Social.
Tanto es así, que en sus últimas recomendaciones específicas de país dirigidas a España, la Comisión Europea efectivamente advierte la necesidad de reequilibrar las cuentas de la Seguridad Social. Sin embargo, abandona cualquier previsión de ajuste necesario e insta al Gobierno de turno a aplicar las medidas que sean necesarias para mantener en equilibrio las cuentas y hacer sostenible el modelo.
Aquí entra en juego la aportación del actual Gobierno a dicho mandato y su interpretación sobre las actuaciones a abordar. Si bien parece que cuenta con una suerte de as bajo la manga: subir cotizaciones sociales a empresas y trabajadores como vía principal de reflotamiento de las arcas de la Seguridad Social. Tanto es así que el Ejecutivo parece haber armado una macro subida de cotizaciones a desplegar en los próximos años, a la que se llegará a base de micro subidas, efectuadas a través de diferentes reformas.
Concretamente, el Gobierno pretende elevar las cotizaciones a través del nuevo mecanismo de equidad intergeneracional que aplicará un recargo del 0,6% durante los próximos años para nutrir el fondo de reserva de la Seguridad Social, a lo que suman las revisiones de bases máximas actualizadas con la aprobación anual de los Presupuestos Generales del Estado; la subida de las bases mínimas por el aumento del salario mínimo interprofesional previstas al menos durante los dos próximos ejercicios hasta alcanzar el nivel del 60% del salario medio; y la senda de destope de cotizaciones máximas durante los próximos 30 años que también irá acompañada de un incremento de la pensión máxima.
Y por último, la reforma prevista del Reta, que si bien aplicará una basculación de las cuotas en función de los rendimientos netos de los trabajadores por cuenta propia, sí que se estima suponga un aumento de los ingresos generales del régimen de autónomos, con un aumento de cotización para algo más de medio millón de trabajadores del colectivo.