Los sueldos altos perderán 3.450 euros de pensión con el cálculo de 35 años

Bruselas expone que el nuevo aumento de los 25 a los 35 años tendrá un impacto totalmente dispar según las características de cada carrera laboral. Entre los efectos de las carreras laborales está la crisis de 2008, con un efecto negativo sobre el mercado de trabajo.

El eventual incremento del periodo de años cotizados para el cálculo de la pensión que acordó el Gobierno con Bruselas como parte del paquete de medidas a implementar en el campo de la Seguridad Social, y que serán necesarias para recibir esos fondos europeos para la reconstrucción, tiene un impacto altamente dispar en función de las características de las diferentes carreras laborales. Así, ante un incremento de 25 a 35 años cotizados para calcular la base reguladora la disminución de la pensión no sería similar para una renta alta, que perdería unos 3.450 euros de media al año, que para una renta más exigua, donde la reducción de cara a las nuevas prestaciones de jubilación oscilaría entre los 641 euros y los 2.025 euros anuales.

Cabe recordar en este punto, que el impacto de la medida varía en función de los diferentes aspectos determinantes de la vida laboral. Por un lado, el incremento de años cotizados para el cálculo de la pensión supone un refuerzo de la contributividad del Sistema, ya que asume a la hora de ajustar la prestación para la jubilación más años de aportaciones a la Seguridad Social. Y por otro lado, la reducción media prevista por los expertos no sería una tabla rasa: por ejemplo, para las carreras laborales afectadas por la crisis económica de 2008 que perdieron su empleo, y que posteriormente se han visto expulsadas por completo del mercado laboral o se han encuadrado en empleos peor remunerados, esta ampliación sería beneficiosa al recoger más años buenos de su carrera laboral.

Sin embargo, para carreras laborales que han sido claramente ascendentes en términos de remuneración, esta ampliación sería perjudicial de cara al cálculo de las cuantías de la paga de jubilación dado que cogería más de los primeros años de vida laboral, con peor base reguladora. Para estos casos, no obstante, el Gobierno ha trasladado a la Comisión Europea su intención de cubrir los periodos concretos de suspensión de las cotizaciones -la conocida como cobertura de lagunas de cotización-, lo que eliminaría esos descuentos para el cálculo de la pensión, y además se prevé la posibilidad de que en ciertos casos se permita escoger entre los 25 mejores años, para de igual modo sortear las fases de la vida laboral de menos aportación a la Seguridad Social. Ambas medidas servirían, más allá, para mitigar el impacto que tendrá en los diferentes colectivos la ampliación de los años para el cálculo de la base reguladora.

Más allá, según explica el Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social conformado por catedráticos de la Universidad de Valencia, Polibienestar e IVIE y de la Universidad de Extremadura, atendiendo a unos perfiles reconocibles de nuestro mercado laboral se aprecia la diferencia del impacto medio que tendría la medida. En este sentido, en función del nivel de renta, se observa como para una pensión prevista de 2.666 euros mensuales con el cálculo de los últimos 25 años, pasaría a cobrar 2.419 si se contabilizan los 35 años previos a la jubilación. Es decir, un 9,2% menos, lo que significa 246 euros mensuales menos y una reducción de 3.450 euros en todo un año.

Ese sería el impacto para las rentas más altas que adquieren derecho a la prestación máxima de jubilación que otorga la Seguridad Social. Sin embargo, en un siguiente escalón asociado a las rentas medias, con una pensión prevista de 1.579 euros mensuales al cálculo con 25 años, pasaría a percibir con la ampliación a 35 años 1.434 euros mensuales, es decir, un 9,2% menos -144 euros mensuales y 2.025 euros menos en el conjunto del año. En los dos últimos cuartiles de renta, se aprecia el impacto para las bases reguladoras más bajas, donde se limita más la rebaja. Así de cobrar 996 euros con los últimos 25 años cotizados se pasaría a percibir un total de 916 euros, un 8% menos -que implica una reducción de 80 euros mensuales y 1.119 euros en el conjunto del año-. Ya para una prestación prevista en los 621 euros mensuales, la caída al calcular con 35 años cotizados sería del 7,4% (575 euros), es decir, 45 euros al mes y 641 euros en todo el año.

El autónomo, más afectado

En cuanto al impacto en función del régimen de la Seguridad Social en el que se encuentre encuadrado el trabajador, de llevarse a término este supuesto de ampliación de los 25 años cotizados a los 35 años, los autónomos serían los más perjudicados con más de un 10% de reducción media de las pensiones, mientras que la merma para los asalariados por un incremento de diez años en el periodo de cómputo sería del 8,6%.

“El régimen de autónomos saldría más perjudicado, con una bajada del 10,3%, frente al 8,6% de reducción en el régimen general, debido a que en el de autónomos no se integran las lagunas de cotización, es decir, los meses no cotizados computan con cero euros, penalizando fuertemente el valor de la base reguladora”, apuntan los autores del estudio del Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social sobre el descuento que asumirían las nuevas pensiones que se calculen a partir de los últimos 35 años de carrera laboral.