Escrivá gana la ‘batalla’ de los datos en la Unión Europea
El Gobierno logra que la Comisión Europea revise a la baja la senda de incremento del gasto en pensiones tras modificar las previsiones sobre ocupación del mercado laboral, ingresos para el Sistema e impacto del envejecimiento.
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, encargado de llevar a cabo la reforma de pensiones encargada por el Pacto de Toledo, ha logrado una pequeña victoria en Bruselas, organismo que fiscalizará los avances en la materia como parte de las medidas comprometidas para acceder a los fondos de reconstrucción económica de la Unión Europea. Concretamente, el ministro José Luis Escrivá ha ganado en la Comisión la batalla de los datos y ha empujado al organismo comunitario a corregir la senda de gasto en pensiones asociada a España en las próximas décadas en un 31% tras modificar los parámetros de la previsión en términos de envejecimiento y número de pensionistas, así como de evolución de la población ocupada en nuestro país. Concretamente, de derogarse la reforma de pensiones del PP de 2013 -el elemento que condiciona la senda de gasto- haría crecer en el desembolso en 3,5 puntos porcentuales del PIB según las estimaciones del pasado año, contra el aumento previsto en 2018 de hasta un 5% del PIB.
Pero más allá, uno de los elementos principales de la divergencia entre las proyecciones del Gobierno de España para la senda de gasto en pensiones respecto a las de la UE, está en un error de cálculo que tuvo la anterior administración competente en la materia, Fátima Báñez en el Gobierno del PP de Mariano Rajoy, que ha hecho dibujar a Bruselas en los últimos años unos escenarios a medio y largo plazo. Cabe recordar, que con la reforma de 2011 primero y la llevada a cabo posteriormente por el PP en 2013 se modificaron ciertos parámetros que afectan al gasto en pensiones. Con especial impacto la normativa impulsada por los populares aplicaba correctores del gasto desde el momento de su puesta en marcha con la introducción del IRP y del Factor de Sostenibilidad. “Hemos tenido que trabajar con las instituciones europeas sobre los modelos estadísticos del gasto en pensiones”, reconocen fuentes oficiales tras las declaraciones recientes del ministro Escrivá en la Comisión del Pacto de Toledo en la que advirtió este cambio de criterio de Bruselas tras el intercambio de información.
Bruselas ha visto la ocasión de ejercer presión a España en el punto de la reforma del sistema de pensiones, que viene reclamando con insistencia como uno de los cambios estructurales desde la pasada crisis, a raíz de la aprobación del fondo de ayudas para la reconstrucción del que nuestro país recibirá hasta 140.000 millones de euros. Y el hecho de que el ministro Escrivá haya logrado esta revisión de la senda de gasto en pensiones asociada a la derogación del PP permitirá llevar a cabo los trabajos de la reforma con un horizonte financiero más halagüeño de cara la aplicación de medidas.