El rol de los fondos de pensiones en la economía real como motor en la creación de empleo

La mitología griega hace de Poseidón el dios supremo del mar, con poder sobre las olas y las mareas, dueño y señor de los vientos, las tempestades y tormentas sobre el mar. Tal así es como se describe en La Ilíada el mito de Poseidón.

Aquí y ahora no tenemos un Poseidón, pero vivimos en tiempos de vientos que podrían convertirse en tempestades si no somos capaces de resolver los malos trazos económicos del presente.

Sirvámonos del mito de Poseidón como atributo iconográfico de una realidad plausible en el futuro que nos espera en el mundo de las pensiones, aprovechemos la capacidad y potencial de originación de capital de los fondos de pensiones para extender su competencia hacía la economía real, con el fin de crear un refuerzo al desarrollo de la actividad económica y específicamente la creación de empleo. Aprendamos del mito y creemos nuestro Poseidón de las pensiones.

Es un hecho, al menos en otros países Europeos, Estados Unidos y Canadá que los fondos de pensiones invierten cada vez más en la economía real, sustentando así un pilar clave de su actividad inversora y de rentabilidad, recordemos como así contábamos en artículos anteriores, que la media de rentabilidad anualizada a 10 años de los fondos en estas jurisdicciones supera entre 4% y 6% a la media de rentabilidad de los fondos de pensiones españoles, aportando fortaleza en su contribución a la economía real, algo de lo que no podemos vanagloriarnos en los fondos de pensiones en España.

Los fondos de pensiones en Europa representan 3,5 trillones de euros en patrimonio cubriendo a 62 millones de beneficiarios, si comparamos estas cifras con España, con 75 mil millones y 7,5 millones de partícipes, podemos comprobar que el partícipe medio europeo tiene un activo más de 5 veces que el partícipe medio español.

Estas cifras son realmente indicativas de la seria incertidumbre de futuro de la complementariedad del sistema de pensiones español con el sistema de pensiones de la Seguridad Social, sobre la que actualmente recae el futuro económico de los trabajadores españoles, con un sistema absolutamente deficiente con la subsiguiente realidad, los jubilados españoles seremos más pobres y con menos poder adquisitivo que la media de los jubilados europeos.

Con este incierto panorama la pregunta es ¿qué podemos hacer? La respuesta a esta pregunta tiene dos partes diferenciadas, la primera es la reforma estructural del sistema de pensiones de la Seguridad Social y la segunda parte de la respuesta a esta pregunta es ahorrar más, al final, si no hay ahorro no puede haber inversión, y si no hay inversión nuestros ahorros y patrimonios se diluirán por la inflación.

Es algo bastante claro y evidente que la clave del sostenimiento de nuestro actual sistema de pensiones depende del empleo, y las actuales tasas de población activa y desempleo no son un factor de optimismo, sin embargo, hay y existen soluciones de futuro.

Empecemos por definir algo sobre lo que basar nuestra hipótesis sobre el futuro de las pensiones. Si fuésemos capaces de asignar un porcentaje de las inversiones de los fondos de pensiones en activos directamente relacionados con la economía real, conseguiríamos crear empleo y como consecuencia acelerar el proceso de productividad económica, que tanto necesitamos en este nuestro país hoy en día.

Para ser más concretos, me gustaría definir vehículos de inversión que proporcionan el canal de acceso más directo a la economía real, tales como private equity y venture capital, coinversión en proyectos del Estado en infraestructuras, y finalmente los ELTFI -European Long-Term Investment Funds- un tipo de marco de inversión colectiva que permite a los inversores poner dinero en empresas y proyectos que necesitan capital a largo plazo.

Este tipo de canales de inversión proporcionan un acceso directo extraordinariamente útil para los fondos de pensiones en su proceso de apoyo e inversión en proyectos de la economía real, actuando como fuente de financiación de capital en el desarrollo de inversiones de retornos a medio y largo plazo, algunas eficaces en la generación de pura rentabilidad y otras de generación de rentas, en este último caso inversiones en energías renovables sería un claro ejemplo.

Si bien hasta ahora en España, la mayoría de los fondos de pensiones en sus carteras de activos tienen básicamente y casi exclusivamente renta fija y renta variable, con una pequeña proporción en inversiones alternativas, los vehículos y canales de inversión mencionados, especialmente los referidos ELTFI, abren una oportunidad a los fondos de pensiones de ampliar dentro de su política de inversión a una mayor clase de activos que encajarían con el modelo de inversión alternativa, postulándose como una verdadera acción de productividad en el desarrollo de la economía real y el empleo.

El momento actual es idóneo en esta etapa post-Covid, en un entorno de economía deteriorada, donde la deuda pública del Estado ha sobrepasado los límites del 120% del PIB (Producto Interior Bruto) y con el déficit público más elevado de la Unión Europea, se hace imperativo que los fondos de pensiones y sus comisiones de control actúen con celeridad en entender la necesidad de focalizar una mayor parte de la asignación de activos de sus carteras en inversiones alternativas que realmente sean el soporte del cambio de ciclo económico y de la creación de empleo, y para esto solo hay una manera, invirtiendo directamente en la economía real, el verdadero motor de la economía productiva y creadora de empleo.