El retiro anticipado ‘dorado’: pagas de jubilación de más de 2.000 euros

El Gobierno plantea los términos de la reforma del sistema de jubilaciones anticipadas al considerar, tras la revisión de los datos que esta vía de salida del mercado laboral beneficia principalmente a las rentas altas, que son las que en su mayoría se acogen a este anticipo.

La reforma de las jubilaciones anticipadas que plantea el Gobierno como parte de las medidas para alinear la edad legal y real de jubilación esconde, principalmente, una cuestión de calado económico y, más concretamente, de diferencia entre los perfiles de renta que acceden a este modelo de retiro laboral. Los estudios de prospección llevados a cabo por los técnicos de la Seguridad Social han detectado que los perfiles profesionales que en su mayoría acceden a la jubilación anticipada son rentas de la escala media-alta y alta, que son quienes realmente se benefician del actual esquema de penalizaciones, mientras que el uso de esta modalidad de retiro se reduce drásticamente a medida que las rentas o la pensión prevista disminuyen. El resultado, según las cifras oficiales, es que el 33% de las jubilaciones anticipadas voluntarias que se dan en nuestro país llevan asociadas pensiones de cerca de 2.100 euros de media.

Cabe recordar que la pensión máxima de jubilación se encuentra topada en nuestro país en los 2.707 euros mensuales. Esta paga, una vez descontada la retención por IRPF, resulta en una nómina neta que ronda los 2.200 euros mensuales, que es la cuantía máxima que percibirá en España un jubilado con la pensión máxima tras el descuento del IRPF, también el más alto para este tipo de renta, del 15,8%. En este sentido, las cifras arrogadas por el organismo público reflejan cómo un tercio de los jubilados anticipados voluntarios se encuentran con una pensión, tras las penalizaciones y la aplicación de los coeficientes reductores, aún mantienes cuantías de prestación que rozan el nivel máximo topado ley.

Estos datos, más allá, vienen a refrendar la postura del Ejecutivo sobre la reforma de estas jubilaciones anticipadas, que presupone un principio de regresividad en el modelo ya que beneficia e incentiva a las rentas más altas. Cabe recordar que en el último año, según datos oficiales, fueron 50.000 trabajadores los que anticiparon entre uno y dos años, y que al menos unos 15.000 de ellos han abandonado el mercado laboral con pagas de 2.100 euros.

El resultado de la cuestión, advierten los técnicos de la Seguridad Social, es que, de media, para las rentas altas, la penalización sobre la cuantía de la prestación tras la aplicación de los coeficientes reductores se sitúa en el entrono del 2%, por el efecto de aplicar la reducción no sobre la cuantía de la pensión resultante sino sobre la base reguladora. Una cifra que al ser menor hace que para las rentas medias y bajas ese descuento trasladado a la paga, se sustancie en rebajas del 6,5% de media.

Por ello, la medida principal que cambiaría el sesgo de renta en el uso de la modalidad de la jubilación anticipada voluntaria, es la de modificar el criterio de aplicación de esos coeficientes reductores directamente sobre la cuantía de la pensión resultante y no sobre la base reguladora, que provoca esa mitigación de la reducción.

Se trata, más allá, de una medida de profundo calado toda vez que estos retiros anticipados suponen para la Seguridad Social, además de pagar pensiones durante dos años antes que para el resto de jubilados, dejar de ingresar en ese periodo por la vía de las cotizaciones hasta 1.150 millones de euros. Más aún cuando, al margen de las voluntarias, las jubilaciones anticipadas en nuestro país son la opción elegida por cuatro de cada diez trabajadores todos los años, llegando a supone en 2020 un total de casi 110.000 altas en el Sistema.