El autónomo podrá cotizar de más cada año para aumentar su pensión

La Seguridad Social permitirá ingresar los excesos de aportaciones de los trabajadores por cuenta propia a modo de mejora de prestaciones, una vez realizado el saldaje anual de cotizaciones que llevarán a cabo de manera conjunta este organismo junto con la Agencia Tributaria al finalizar el ejercicio.

El Gobierno avanzó esta semana los detalles de la futura reforma del sistema de cotización por ingresos reales que, tras el periodo de transición de 9 años, prevé cuotas repartidas en 13 tramos de ingresos que van desde los 90 euros hasta los 1.220 euros mensuales. Tal y como avanzó elEconomista, uno de los aspectos singulares de la reforma está en la estrecha colaboración que están teniendo los técnicos de la Seguridad Social y de Hacienda para el cruce de datos de ingresos del colectivo y también para el ajuste anual que se hará de las aportaciones de los trabajadores del colectivo. Ahora bien, en ese momento, los autónomos tendrán la posibilidad -si el saldaje realizado por la Seguridad Social sale a ingresar en lugar de a pagar- de depositar las cotizaciones extra realizadas durante el año en la caja del Sistema, en lugar de recibir de vuelta esa cuantía, como mejora de prestaciones y de la pensión de jubilación.

Cabe recordar que la naturaleza del sistema de cotizaciones del Reta es la elevada contributividad que tiene al permitir a los trabajadores elegir el nivel de aportaciones a la Seguridad Social, pero que después se traduce en una percepción proporcional de las prestaciones, ya sea por incapacidad, por cese de actividad o la pensión de jubilación. Por lo que, en este caso, la posibilidad de depositar cotizaciones extra en la caja del Estado al final de año se traducirá en una mejora de la cuantía de las prestaciones que otorga la Seguridad Social a los trabajadores del colectivo.

En un extracto del informe Pensions at a Glance 2019 que elabora la OCDE se advierte precisamente de los riesgos futuros en términos de suficiencia de la pensión para los empleados por cuenta propia como producto de las menores aportaciones realizada a la Seguridad Social y la falta de obligación en nuestro país de que estos contribuyan a un plan de pensiones. En suma, este colectivo solo obtendrá un 42% de la pensión que percibirá un asalariado de similares ingresos.

Nuevas cuotas

Cabe recordar que la posibilidad de realizar estas contribuciones extra estaría disponible a partir de 2023, cuando se espera poder tener en marcha el nuevo pliego de cuotas asociadas a esos tramos de ingresos en los que se deberán situar los autónomos según su previsión de rendimientos. Y que es parte de una reforma que rebajará la aportación mensual de ciertos autónomos, principalmente los que ingresan por debajo del SMI, y que también supondrá un aumento para parte del colectivo.

En una primera fase de la reforma, los autónomos que tengan unos rendimientos de 3.000 euros o menos tendrán una cuota de 200 euros al mes en 2023, primer año de aplicación del nuevo sistema, que será de 215 euros para quienes tengan ingresos que oscilen entre 3.000 euros y 6.000 euros, de 230 euros para quienes tengan unos ingresos superiores a 6.000 euros, pero inferiores a 9.000 euros, y de 245 euros para los que tengan unos ingresos de entre 9.000 y 12.600 euros.

El resto de cuotas será de 260 euros (de 12.600 a 17.000 euros de ingresos anuales), de 275 euros (de 17.000 euros a 22.000 euros), de 290 euros (de 22.000 a 27.000 euros), de 305 euros (de 27.000 a 32.000 euros), de 320 euros (de 32.000 a 37.000 euros), de 340 euros (de 37.000 a 42.000 euros), de 360 euros (42.000 a 47.000 euros), 380 euros (47.000 a 48.841 euros) y de 400 euros si se tienen unos rendimientos superiores a 48.841 euros anuales.

Una vez que finalice el periodo de despliegue de la reforma de 9 años, a partir de 2031 las cuotas correspondientes a cada uno de los trece tramos (con ajustes vinculados a la inflación) serán de 90 euros al mes para quienes ganen menos de 3.000 euros, de 120 euros para quienes ingresen de 3.000 a 6.000 euros netos al año, de 185 euros para los autónomos con rendimientos de entre 6.000 y 9.000 euros y de 235 euros para quienes ganen entre 9.000 y 12.600 euros al año. La cuota será de 275 euros si se gana entre 12.600 y 17.000 euros, de 305 euros si los ingresos son de entre 17.000 y 22.000 euros, de 425 euros para rendimientos que oscilen entre los 22.000 y los 27.000 euros y de 545 para quienes ganen entre 27.000 y 32.000 euros al año.

Por su parte, quienes tengan rendimientos de entre 32.000 y 37.000 euros pagarán 670 euros de cuota. El resto de cuotas será de 800 euros al mes (37.000 a 42.000 euros), de 935 euros (42.000 a 47.000 euros), de 1.075 euros (47.000 a 48.841 euros) y de 1.220 euros mensuales para quienes ingresen más de 48.841 euros al año.

Elección de tramo, ‘a la carta’

En este sentido, tal y como avanzó este medio, los autónomos podrán elegir provisionalmente su base de cotización entre trece en función de sus previsiones de rendimientos con la posibilidad de modificar su elección seis veces a lo largo del año para ajustarla a sus rendimientos. Si existen diferencias una vez hecha la regularización anual, el trabajador deberá proceder a su ingreso en caso de haber cotizado menos de lo que le correspondía y podrá solicitar la devolución si la cotización realizada fue superior.

Además, el Gobierno propone que los autónomos que tengan rendimientos fiscales declarados inferiores a la base mínima de cotización vigente cotizarán por los mismos. “Sin perjuicio de ello, a efectos de la acción protectora se reconocerá la base mínima correspondiente durante un periodo máximo de dos años”, señala. Y destaca que los autónomos cuyos rendimientos fiscales derivados de la actividad por cuenta propia estén por encima de la actual base mínima de cotización del Reta cotizarán por los mismos y que esta base mínima se equiparará progresivamente a la del régimen general de la Seguridad Social.

En lo relativo al impacto que la medida puede tener en las prestaciones y la pensión de jubilación, el economista Javier Santacruz apuntaba en unas proyecciones a medio plazo y sobre una media que instaurar un sistema de cotización por ingresos reales supone pagar 144,49 euros más al mes a la Seguridad Social, pero a cambio de una pensión futura 377,92 euros más alta.

“En definitiva, la medida (el sistema de cotización por ingresos reales) mejoraría la pensión de los autónomos, pero ¿esto es un buen negocio para los autónomos? Ahora mismo, un autónomo por euro cotizado le saca la máxima rentabilidad futura al sistema, pero a cambio recibe una pensión que, aunque sea pequeña, siempre está en los planes de los gobiernos subirla de manera más que proporcional que el resto”, apunta el economista Santacruz sobre la medida propuesta por el Gobierno.

Además, en este punto de mejora de las prestaciones que prevé la reforma del Reta impulsada por el Ejecutivo, un segundo elemento debería ayudar a impulsar e incrementar la base de ahorro a largo plazo para los trabajadores por cuenta propia con el denominado como fondo público de pensiones. Un instrumento con el que el Gobierno pretende dar un impulso a los planes de pensiones colectivos, en el ámbito de la empresa.