Pensiones: la solución pasa por el propio ciudadano

La solución de ahorro a largo plazo para las pensiones requiere involucración del propio ciudadano, quien tiene que asumir un papel muy activo y tomar decisiones. En este sentido, el Pacto de Toledo proporciona una hoja de ruta, pero el ciudadano, para satisfacer sus necesidades, debe pensar en los tres pilares de su futura pensión, es decir, la del Gobierno, las pensiones empresariales y las privadas, porque el primer pilar, el sistema de pago definido por el Gobierno, no será suficiente.

De hecho, el actual sistema público de pensiones en España es pan para hoy, pero hambre para mañana. A pesar de ello, nadie reconoce la situación de insostenibilidad financiera. El Gobierno nunca lo reconocerá, a pesar de que diferentes actores y expertos en ahorro a largo plazo están hablando de la falta de sostenibilidad financiera del sistema. Ya representa un déficit estructural de la Seguridad Social de 18.000 millones de euros anuales. Además, los pagos de pensiones de la Seguridad Social han aumentado un 18% los últimos tres años y las cotizaciones han caído 1,28%, por lo que la dinámica va mucho peor.

Ahora bien, hay soluciones. En primer lugar, debemos defender el sistema español de distribución y bienestar, construido en una era de progreso. Pero tenemos que pensar en una pensión mínima universal a la que el Estado pueda comprometerse. Puede ser un mensaje muy constructivo con el que los políticos deberían sentirse cómodos. Además, el ciudadano debe exigir al Estado la pensión que le pueda llegar. Es lo que hizo el Reino Unido en 2004/2005, indicando la cantidad a la que el sistema público podía comprometerse y creando ocho años más tarde un sistema automático de adscripción a pensiones de empleo. Comenzó con una contribución del 1% o 2% por parte del empleado y actualmente es del 4% del empleado, 3% de la empresa y 2% del Estado.

Pero tenemos que huir de los tecnicismos, con términos muy simples y provocativos. Para educar a los ciudadanos hay que decir que el sistema público de pensiones de mañana pagará una pensión decente, pero no suficiente y que no alcanzará el salario mínimo, por lo que hay que pensar en cómo complementarla. Tomando como referencia una pensión media actual de 1.450 euros, hay que ver cómo cubrir una diferencia de unos 600 euros, mediante el segundo y tercer pilar, teniendo en cuenta que hay estudios que indican que el ciclo de vida de la jubilación ya se acerca al del periodo de ahorro activo. Por tanto, hay que pensar en horizontes de jubilación de 25 a 30 años.

Sin embargo, el Pacto de Toledo está penalizando lo poco que tenemos en vehículos privados de inversión a largo plazo, mientras promete un sistema de pensiones de empleo similar al del Reino Unido en el que aún no se sabe quién contribuirá a qué. Además, los planes de pensiones privados no deben ser penalizados hasta que el sistema de empleo funcione. Respecto al anunciado fondo de pensiones de empleo súper público, que puede alcanzar 300.000 millones, puede haber la tentación de una regulación súper estricta y que, controlado por un comité, sólo invierta en renta fija. Por otro lado, trasladar los gastos de la Seguridad Social al Estado no resuelve el hecho de que haya menos pagadores y menos salarios medios para cubrir las pensiones futuras. Además, no se ha enviado la carta de la pensión pública estimada a los ciudadanos, a pesar de que fue aprobada para ser enviada en 2011, lo que dificulta al ciudadano planificar sus ahorros.

También hay que tener en cuenta que los planes de empleo en España se encuentran entre los menos eficientes en cuanto alternativas, pues tienden a tener a todos los empleados en la misma política de inversiones, a diferencia de otros países como Chile o Suecia, donde se da libertad al trabajador. Debemos abogar por la flexibilidad total de alternativas en el segundo pilar. Por otro lado, las comisiones de control de pensiones pueden no tener sentido para pymes ni para autónomos.

Tenemos una crisis económica y la pensión media ya es superior al salario medio de los jóvenes que están contribuyendo al sistema, pero cuya capacidad de ahorro es muy limitada. Así que tenemos que ayudarles a ahorrar. De hecho, el futuro pensionista tiene muchas maneras de gestionar sus ahorros y para ello cuenta actualmente con un nivel de asesoramiento mucho mayor de lo que cree, incluyendo herramientas de simulación y capacidad para estructurar ahorros, incluyendo múltiples activos y estrategias de retorno absoluto. Ahora, con los tipos de interés muy bajos los próximos años y baja inflación, las inversiones conservadoras tradicionales en deuda pública ya no funcionan. De ahí el importantísimo papel de la inversión internacional e innovadora.