Los mejores países de Europa para pasar la jubilación

España, con una esperanza de vida de las más elevadas de los países del entorno comunitario y con un nivel de vida accesible, se configura como uno de los destinos más atractivos

Blacktower Financial Management Group ha elaborado un ranking de los países europeos que se conciben como mejores destinos para jubilarse, y España se ubica en como el segundo mejor, gracias a un sistema con un importante peso de lo público. Sin embargo, en Europa se encuentran otro tipo de modelos como el de los Países Bajos que también obtiene un buen resultado en el ranking y es un modelo mixto entre la pensión pública que otorga el Estado a la que se suma el plan de ahorro individual que componen los dos pilares fundamentales de la jubilación. En algunos casos, el pilar del ahorro individual es doble y adquiere un peso prominente en la pensión si se acumula el plan de pensiones de empresa por un lado y el plan individual por el otro.

Finlandia, que tiene una puntuación 3,83 (sobre 5), es el que ocupa la primera posición del listado. Destaca por situarse entre los países con mayor esperanza de vida (81,73 años) y un bajo coste de la vivienda que compensan en buena parte el mayor coste de la vida. Por su parte, España, con una puntuación de 3,7 puntos, se sirve de su gran esperanza de vida (solo por detrás de Suiza con 83,43 años) y una combinación de tasas de delincuencia y de coste de vivienda en la zona media la tabla para conformar una buena opción para jubilarse.

Nuestro país empata con Eslovenia, que es uno de los países más seguros, un valor fuerte que, junto a un coste de vida y de vivienda asequibles, le sitúan en la última plaza del podio.

Tras estos tres países, el top 10 lo completan Países Bajos (3,68), Italia (3,65), Dinamarca (3,63), Portugal (3,62), Estonia (3,60), Alemania (3,57) y Austria (3,50). Y en el lado opuesto de la tabla, es decir, el de los peores países europeos para jubilarse, ahí se encuentran Bielorrusia (1,37), Albania (2,15), Ucrania (2,22), Rusia (2,22), Montenegro (2,23) y Serbia (2,27), que combinan esperanzas de vida por debajo de la media y altos índices de inseguridad a pesar de sus bajos costes de vida y de vivienda.

Nuestro país otorga una gran importancia del ámbito público para la financiación de las pensiones, que son de más de 9,8 millones en todas sus modalidades. Sin embargo, en otros países existen modelos diferentes. En este sentido, el portal especializado Finect se centra en cuatro países europeos que pueden servir de contrapunto a lo que actualmente se diseña en España.

Los cuatro mejores retiros: países y modelos

1Países Bajos. El país centroeuropeo tiene un sistema mixto en el que se combinan pensiones públicas y privadas. Tiene dos áreas obligatorias (una parte pública que garantiza una prestación mínima y otra de planes colectivos de empresas que complementa a la primera) y una voluntaria que consistiría en un plan individual personalizado.

2Reino Unido. La aportación mínima pública en las islas británicas no garantiza una prestación aceptable, según informan en Finect, por lo que se completa con planes colectivos con las empresas, en las que se destina (a partir de los 22 años) el 8% del sueldo para ir realizando aportaciones de cara a la jubilación del futuro. Además, esto se puede complementar, a su vez, con un plan privado.

3Suecia. Nuestros vecinos del norte de Europa tienen un sistema de cuentas virtuales en el cual se van depositando las cotizaciones para la jubilación, que se calcula de forma parecida a la de España (teniendo en cuenta años cotizados), pero que tiene una novedad: se van añadiendo intereses que se generan durante el tiempo.

4Austria. El modelo austríaco o mochila austríaca, que se ha planteado en nuestro país, contempla que las empresas vayan descontando del salario de los trabajadores en una especie de cuenta cuyos recursos pueden gestionar algunos fondos privados de una lista autorizada por el propio Gobierno. Se trata de una bolsa de ahorros generada por las retenciones específicas para esta mochila a lo largo de la vida laboral y que se rescata en caso del despido del trabajador de modo que contaría con renta disponible, o si se alarga en el tiempo se configuraría como un plan de ahorro para disfrutar una vez llegada la jubilación.