La reforma del Reta no bastará para mejorar las jubilaciones de los autónomos

Si bien es cierto que la eventual entrada en vigor de un sistema de cotizaciones para los autónomos con arreglo a sus ingresos reales imprimiría mayor contributividad al modelo del Reta, lo que no está nada claro es que sea la fórmula definitiva para dar solución a la histórica reivindicación del colectivo para mejorar las prestaciones sociales que reciben del Estado. Y muy especialmente la pensión de jubilación, donde de media es un 38% inferior que la que perciben los trabajadores asalariados.

La implantación de este sistema de aportaciones en base a ingresos reales tendría como objetivo principal nivelar esas cuotas que pagan los autónomos a la Seguridad Social con su volumen de rendimientos. Pero el desempeño no sería lineal. Según los datos del Ministerio capitaneado por José Luis Escrivá hasta 2,1 millones de trabajadores del colectivo verían rebajarse su cuota mensual ya que se encuentran en una situación de sobrecotización porque los ingresos que obtienen no alcanzan el SMI. Mientras que algo más de medio millón de autónomos serían los mayores afectados al encontrarse en el tramo más elevado de ingresos (más de 30.000) y con cotizaciones por debajo de su capacidad de esfuerzo contributivo.

En el caso de esos trabajadores que recibirían con el nuevo sistema del Reta un balón de oxígeno en términos de rebaja de su cuota, por otro lado estarán reduciendo los derechos generados para el cobro de prestaciones, más allá de la pensión de jubilación, como la posible paga ante una eventual invalidez o el cese de actividad ante un cierre del negocio. Mientras que los autónomos que vean como resultado de la introducción de los ingresos reales un incremento de cuota, estarán automáticamente viendo elevarse sus derechos sobre prestaciones de la Seguridad Social. Este grupo sí estaría viendo mejoras de su pensión gracias a la reforma del Reta.

Sin embargo, ¿qué ocurre con esos trabajadores que mejoraran su economía diaria, pero empeorarán sus perspectivas de cara a la jubilación? Parece, por lo tanto, determinante para el buen funcionamiento del nuevo sistema de cotizaciones que además se establezcan incentivos para las aportaciones voluntarias de los trabajadores por cuenta propia a la Seguridad Social. Desde las asociaciones de autónomos que negociarán la reforma con el Gobierno en los próximos meses ya se han lanzado algunas propuestas para abordar la cuestión como la posibilidad de que el autónomo tenga la opción al final de cada ejercicio de hacer cotizaciones adicionales a la Seguridad Social, para mejorar sus aportaciones en los años en que la economía de su negocio lo permita. O también la opción de destopar el máximo de cotización que pueden hacer los autónomos a partir de 48 años o que los autónomos societarios coticen como gasto de la empresa supondrían mayores incentivos para las cotizaciones voluntarias del colectivo.