El mito de la caverna y el nuevo Superfondo de Pensiones

Platón describe en el mito de la caverna, como unos hombres que permanecen encadenados de espaldas a una pared que se levanta entre la luz de una hoguera y el fondo de la caverna, tienen como única visión las sombras proyectadas por la luz de esa hoguera. Estos hombres encadenados a la pared solo pueden mirar al frente y hacia la profundidad de la cueva, sin poder ver la hoguera al otro lado del muro al que se encuentran atados, ni pueden ver a otros hombres que con la ayuda de la luz de la hoguera proyectan sobre la profundidad de la caverna sombras de figuras reales, imágenes que se transmutan en virtuales en la visión de los hombres encadenados.

Las noticias que hacen referencia al nuevo Superfondo de pensiones auspiciado y esponsorizado por el Gobierno, por lo que se refiere a la estructura de comisiones y su buena fiscalidad está perfecto, perfecto en su concepción. Ahora bien, la cuestión es que se sigue, al menos por el momento sin atacar lo más importante, ¿Qué hará diferente este Superfondo para que no sea más de los mismo? un fondo de pensiones con pobres resultados de rentabilidad, que en definitiva no se soluciona ni con bajas comisiones ni con fiscalidad, es cierto que esto es importante, pero hasta ahora no he podido leer nada que soluciones el problema del fracaso en rentabilidad de los fondos de pensiones españoles.

Solo observemos un dato, según Inverco la rentabilidad media de los fondos de pensiones españoles a 25 años es del 2.9% y a 10 años del 4.5%, en el mejor dato de sus estadísticas, si comparamos estos datos con la rentabilidad media de los fondos de pensiones internacionales de países como Estados Unidos y Canadá entre otros alcanzan una media por encima del 7.5%. Si extrapolamos estos datos y buscamos razones de esa diferencia, encontraremos que el motivo de la mejor rentabilidad de estos fondos de pensiones es la asignación de activos en inversiones alternativas, principalmente focalizadas en Private Equity y Real Estate.

De esta manera se pone de manifiesto algo que se halla en la naturaleza del modelo y marco regulatorio de los planes y fondos de pensiones españoles; donde el peso de la costumbre e idiosincrasia proyecta una falsa percepción de la realidad que deriva en un debate sin fin sobre la necesidad de cambios estructurales que permitan romper la barrera de la costumbre.

¿Pero cuál es esa barrera que presagia que el marco regulatorio y el diseño de la estructura de este Superfondo es posible, al menos con la información con la que contamos ahora, que no termine con cumplir ese objetivo de todo suscriptor reclama, que no es otra cosa que rentabilidad?, pues el modelo de gestión de asignación de activos tradicionales, Renta Fija y Renta Variable, sin considerar la importancia de la introducción de activos alternativos, que además proporcionan un incremento de la actividad económica en la economía real del país, algo de lo que estamos realmente necesitados.

Sirva esta metáfora de la alegoría de la caverna para escenificar la realidad de una incómoda percepción de inseguridad en el futuro de las pensiones, dejemos de ser prisioneros del sistema y liberemos las cadenas que nos atan a las apariencias de lo aprendido, juzguemos a los que gestionan el futuro de nuestras pensiones, instituciones, reguladores y gestores, liberémonos del miedo sistémico al cambio en un mercado encorsetado por una idiosincrasia dominante e institucional.

Razones para la inclusión de activos de gestión alternativa en en el nuevo Superfondo de pensiones

Algunos de los PROS:

· Alineación de intereses con los partícipes y rentabilidad.

· Participación en la economía real y crecimiento del PIB.

· Visión a largo plazo, asociación y disgregación de riesgos.

· Facilidad de correlacionar la parte actuarial de riesgos de activos frente a pasivos.

· Mejor diversificación y descorrelación con los mercados.

Y si tenemos que mencionar algunas de la dificultades para la inclusión de activos alternativos podríamos enumerar por ejemplo: 1. marcos regulatorios restrictivos; 2. mayor complejidad en la monitorización, seguimiento de las inversiones y Due Diligence; y 3. necesidad de mejora en la formación de las comisiones de control como elemento crítico en la definición de las políticas de inversión.

Pero en todo caso, razones en contra perfectamente solventables con un poco de esfuerzo, trabajo e imaginación. La propia directiva IORP II incorpora sugerencias y exigencias en materia de gobernanza y transparencia en la línea de algunas de las aquí mencionadas que ofrecen líneas organizativas e informativas que apuntan en la dirección de cómo enfrentar estos retos.

Existe una necesidad real en España de aplicar cambios regulatorios, y suponemos que llegará con ello una apertura del mercado, donde las comisiones de control deben y tienen la obligación de crecer en importancia y peso específico en las decisiones de gestión y proporcionar una mejor práctica en la definición de sus políticas de inversión, en definitiva son las comisiones de control las que mejor conocen a los partícipes de los fondos, sus necesidades y sus expectativas y así podrán tomar un papel mucho más activo en la optimización y mejora del binomio riesgo-rentabilidad para sus partícipes representados.