Moncloa plantea pagar 12.000 euros por retrasar la jubilación un año

El Gobierno estudia incentivos para el alargamiento de la vida laboral introduciendo cambios en el supuesto de retiro demorado. La propuesta acumularía en un pago único la cuantía equivalente al porcentaje de cuantía de pensión percibida durante un periodo de tiempo estimado de cobro.

El Gobierno y los agentes sociales se encuentran negociando los términos concretos de la reforma de pensiones tras el acuerdo alcanzado por los partidos para las recomendaciones del Pacto de Toledo. Uno de los puntos que se espera tener cerrado para después del verano es de la modificación del esquema de incentivos para alargar la edad de jubilación más allá de los 66 años estipulados por ley, por un lado, y también de las penalizaciones para quienes se retiran del empleo antes de la edad. La propuesta inicial del Gobierno pasaría por dar hasta 12.060 euros en un pago único a quienes demoren su jubilación y reducir hasta un 21% la de quienes se jubilen anticipadamente.

El propio ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, explicó recientemente que el planteamiento parte de la mejora de los incentivos para prolongar la carrera profesional más allá de la edad ordinaria de jubilación. Así, según explicó, se ofrecerán tres tipos de incentivos, entre los que el trabajador podría elegir, favoreciendo la máxima flexibilidad para cada persona.

La primera opción sería la de un porcentaje adicional de la pensión del 4% por cada año de demora; la segunda un pago único (de hasta 12.060,12 euros por año de demora para las carreras superiores a más de 44 años y medio) y una tercera que consistiría en una combinación de ambas. La propuesta estriba cambiar la forma de cobro de esa mejora de pensión establecida por ley en los supuestos de jubilación demorada, de un 4% más sobre la cuantía de la pensión. Para una prestación prevista de 27.000 euros anuales, con la legislación actual y la concepción del incentivo en estos momentos, por cada año de ampliación de la estancia en el puesto de trabajo más allá de los 66 años -edad legal de retiro en 2021- se aplicaría un incremento de ese porcentaje sobre la cuantía de la prestación prevista. Por lo que finalizado el año de trabajo extra, lo que se accedería es a una pensión de 28.080 euros anuales, en lugar de los 27.000 euros previstos. Ahora, a partir de sondeos realizados por la Seguridad Social a trabajadores potenciales de acogerse a esta jubilación demorada, se demuestra que el incentivo para alargar la vida laboral parece más atractivo a través de un pago único previo a la jubilación, que no en forma de esta suerte de prorrateo que se establece en este momento.

Aunque se mantendrían ciertos requisitos para el acceso a esta modalidad de jubilación, fuentes oficiales aseguran que en el plan está que quienes hayan superado la edad legal de 66 años y sigan trabajando se puedan acoger al supuesto una vez aprobada la nueva normativa. Incluso se permitiría a los trabajadores acogidos a la actual modalidad de jubilación demorada cambiar al nuevo sistema, por lo que se beneficiaría de los dos esquemas antes de momento de la jubilación final. Con la actual normativa para este incentivo, para disfrutar de la jubilación demorada es necesario atenerse a determinados requisitos, concretamente tres: demostrar que se han cotizado, como mínimo, 15 años a la Seguridad Social; no haber cumplido 70 años de edad y tener cumplida la edad mínima de jubilación ordinaria para el año en curso -66 años en 2021-.

En cuanto a la jubilación parcial, el planteamiento del Ministerio de Seguridad Social consiste en “flexibilizar su uso, a la vez que se corrige el abuso que se ha hecho de esta figura en algunos momentos”. El ministro explicó que ha planteado a los agentes sociales la posibilidad concentrar hasta el 60% de la jornada el primer año, con la posibilidad de que en algunas actividades que impliquen situaciones peligrosas o comprometan la seguridad de terceros se pueda acumular totalmente al inicio.

Más penalizaciones

En el lado opuesto, el ministro también ha puesto negro sobre blanco que los coeficientes reductores para la jubilación anticipada aumentarán del 16% al 21% para un trabajador con menos de 38 años y 6 meses cotizados que quiera jubilarse dos años antes de lo que le toca. Sin embargo, si se jubila un año antes, el coeficiente pasará a ser del 2% al 3,26%. En el caso de los trabajadores con más de 38 años y 6 meses cotizados y menos de 41 años y 6 meses, el coeficiente por jubilarse 24 meses antes pasará del 15% actual al 19%. Para los trabajadores de más de 41 años y 6 meses cotizados, pero menos de 44 años y 6 meses, la jubilación anticipada dos años antes pasará a tener un coeficiente reductor del 17% frente al 14% actual y del 2,96% para quienes se jubilen un año antes (frente al 1,8% actual). Por último, la penalización para quienes tienen una carrera de 44 años y medio y decidan jubilarse dos años antes, el coeficiente se mantendrá en el 13%, pero si se jubilan un mes antes pasará del 1,6% actual al 2,81%.

El ministro señala que con estas medidas se persiguen dos objetivos, el de incentivar la permanencia en el empleo y el de eliminar los elementos regresivos que tiene el sistema actual. Para cumplir con ello, la Seguridad Social plantea que los coeficientes reductores sean mensuales, en lugar de trimestrales como lo son en la actualidad, “de forma que favorezcan la permanencia en el empleo al adaptarse mejor a cada situación y permitir decisiones más meditadas a cada trabajador. Escrivá indica también que el sistema planteado mejoraría la equidad en el uso de esta modalidad de retiro.