Lorenzo amor, presidente de ATA:
“No es momento de derogar la reforma laboral,
las empresas necesitan flexibilidad”

Lorenzo Amor (Córdoba, 1965) es desde 2004 la cara y la voz de los autónomos, el presidente de la Federación Nacional de Organizaciones de Autónomos (ATA), la más representativa de España integrada por unas 300 organizaciones tanto territoriales como sectoriales y ademas es vicepresidente de CEOE

En pleno despliegue del impacto económico de la pandemia, ahora por los rebrotes, Lorenzo Amor dice alto y claro que al menos el 70% de los autónomos no aguantaría un confinamiento como el de marzo y “este país tampoco se lo podría permitir”. Calcula que 100.000 autónomos se van a quedar en el camino durante este año.

Según el barómetro de septiembre de ATA, 1.600.000 autónomos han visto caer su actividad por encima del 60% en lo que va de año. ¿Esto es viable si sigue así?

Ya sabíamos que el confinamiento iba a pasar factura a los autónomos, porque muchos estuvieron los tres meses cerrados, y en estos momentos la situación esta incluso peor que a finales de mayo. Una gran mayoría va a tener muchas dificultades de liquidez, porque el colchoncito lo han ido gastando porque, aunque ha habido ayudas y líneas de crédito, los gastos han seguido corriendo.

¿Qué supondría en estos momentos una derogación total de la reforma laboral, como pretenden Podemos y los sindicatos?

Ahora no es el momento de plantear la derogación de la reforma laboral. Las empresas lo que necesitan es tener flexibilidad. Si nuestro tejido empresarial ha bajado de media su facturación un 50% está claro que no se puede mantener el mismo nivel de plantillas que había en el mes de febrero, porque es inviable e imposible. Sería un error perder la flexibilidad que se contempla en la reforma laboral. Cuando llegue el momento se puede hablar de la ultraactividad del convenio y la prioridad del convenio sectorial sobre el convenio de empresa.

Y si esto se alarga, ¿vamos camino de ser un país de subvencionados?

Los autónomos, más que subvenciones, lo que quieren es trabajo. Nosotros no somos partidarios de subvenciones, pero lo que estamos viviendo es algo excepcional. Aquí hay dos posibilidades, o entre todos ayudamos a aguantar el chaparrón, o al final destruimos gran parte del tejido empresarial, con el daño económico a la recaudación fiscal que conlleva. España tiene un problema de déficit fiscal, pero si se deja caer a los autónomos, del agujero vamos a pasar a un socavón, porque es más caro pagar prestaciones de desempleo y perder recaudación fiscal de las empresas, que pagar ERTES.

¿Usted cree que vamos a poder levantar cabeza o tendremos también un 2021 complicado, aunque nos lleguen las ayudas de la UE?

España siempre levanta cabeza, lo que pasa es que tal vez hemos pecado de optimismo, pensando que íbamos a salir de esta en el 2021, cuando, como bien dice el Banco de España, hasta el 2023 vamos a tener una situación complicada. España siempre es capaz de salir adelante, pero para hacerlo necesitamos que la senda del B.O.E. sea la adecuada.