Garantizar pensiones, dependencia y Sanidad
costará 56.000 millones

Los economistas reclaman articular un colchón anticíclico para sufragar el envejecimiento en las futuras crisis, cuyo coste ascenderá en la próxima década al 24,6% del PIB

La evolución del gasto en pensiones en nuestro país mantendrá su senda ascendente una vez que el Gobierno legisle de forma permanentemente la revalorización de las pensiones con el IPC y por el propio ciclo de la demografía española y el envejecimiento. Y vistas las dificultades financieras que atraviesa la Seguridad Social para afrontar el incremento de los gastos asociado al shock económico provocado por la pandemia, los economistas recomiendan al Gobierno articular un colchón anticíclico que garantice el pago de las pensiones, la sanidad y la dependencia, -costes asociados al envejecimiento- con una dotación de al menos 56.000 millones de euros en un plazo de diez años, ante eventuales crisis.

Así lo pone de manifiesto el informe analítico El reto del envejecimiento desde una perspectiva integral ¿cómo abordar de forma multidisciplinar el envejecimiento? elaborado por el economista Javier Santacruz, y presentado en el foro del Consejo General de Economistas este jueves, en el que se analizan las tendencias de fondo desde una perspectiva integral y se busca generar un debate más allá de la reforma del sistema de pensiones, y donde entre las medidas que se proponen para acometer el reto del envejecimiento en España se encuentra la creación de “colchones anti-cíclicos” en épocas de bonanza para financiar un envejecimiento que se prevé costará el 24,6% del PIB en 2030, según la Comisión Europea.

Como apunta a elEconomista el autor del estudio, el objetivo pasaría no solo por financiar el salto del coste de estas partidas que pasan del 24,1% del PIB a ese 24,6% en la próxima década sino sufragar los déficits que acumulan cada una de estas partidas. En el caso de la Seguridad Social se espera que los números rojos asciendan al 2% del PIB para dentro de diez años, mientras que el de la sanidad oscilará en el 1% y el de la dependencia en el 0,5%. Ello sumado al incremento del coste en 0,5 puntos porcentuales se traduce en un aprovisionamiento aproximado de 4 puntos del PIB para garantizar el pago de estos servicios y rentas en próximas crisis.

Así, los economistas abogan por incrementar la colaboración público-privada para ampliar políticas de dependencia y planes de pensiones de empleo y reducir la “cuña fiscal” en los trabajadores en edad laboral -un trabajador dedica 3,65 de cada 10 euros de coste laboral bruto a pagar Seguridad Social e IRPF-.