Los periodos no cotizados por la maternidad serán compensados

Las mujeres llegan a cobrar un 11% menos el primer año tras dar a luz. En los 10 años siguientes, sus ingresos caen un 33% frente al 5% de los padres por la reducción de días trabajados

El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ultima el mecanismo para compensar la pensión por los periodos de baja o nula cotización tras tener o adoptar un hijo y que podría estar ya en vigor a principios del año que viene, según ha avanzado el ministro, José Luis Escrivá. Este cambio, que se hará vía modificación de la Ley General de la Seguridad Social, supone reformular el complemento por maternidad en las pensiones que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) consideró discriminatorio con los hombres. Para ello, según apunta Escrivá, a la hora de jubilarse se verá la vida laboral y se aplicarán unos coeficientes compensatorios a esos periodos sin cotizar tras tener o adoptar hijos que elevarán el importe de la pensión. “Es un cambio normativo que establece un pago asociado a periodos de baja o nula cotización a la Seguridad Social en los periodos posteriores a tener un hijo”, ha señalado.

Aún está por determinar qué “ventana de tiempo” se tendrá en cuenta tras la llegada de un hijo para ver esos “huecos de cotización”. Según el ministro, “estamos en un punto bastante avanzado”, reconoce Escrivá, que confía en que este cambio normativo, sin riesgos jurídicos por discriminación, esté en vigor a principios del año que viene. “No es discriminatorio entre hombres y mujeres, pero (...) tenemos toda la seguridad de que va a ser una prestación que, en un porcentaje muy elevado, va a favorecer a las mujeres y ayudar a reducir la brecha de género que hay en las pensiones”, defiende.

El complemento de maternidad en las pensiones, aprobado en 2016 por el gobierno del PP, establecía un porcentaje adicional en la cuantía de cada nueva pensionista en función del número de hijos que hubiera tenido: un 5% más por dos hijos, un 10% por tres y un 15% por cuatro o más hijos. A 31 de agosto de 2020, 319.896 mujeres cobraban el complemento de maternidad en sus pensiones de jubilación por unos 59,5 euros mensuales de media, según los datos de la Seguridad Social. El importe medio de la pensión de jubilación de los hombres es de 1.345 euros mientras que el de las mujeres se establece en menos de 900 euros.

De acuerdo con la última nómina de las pensiones, la del mes de octubre, hay 3,7 millones de hombres percibiendo una pensión de jubilación por un importe medio de 1.345 euros, mientras que en el caso de los 2,4 millones de mujeres pensionistas la pensión media no llega a 892 euros. De esta forma, la brecha de género en las pensiones de jubilación se sitúa en el 33,6%, aunque en el caso de las nuevas altas se reduce al 19,5%, mientras que hace una década en esas nuevas altas también superaba el 33%, según los datos de la Seguridad Social.

Con la modificación que plantea Escrivá se trataría de compensar las reducciones de jornada, o despidos, que se hayan producido con posterioridad a la maternidad, ya que son mayoritariamente las mujeres quienes presentan mayores lagunas de cotización. Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), en el tercer trimestre del año había 461.000 mujeres trabajando a tiempo parcial que alegaban hacerlo por cuidado de menores o personas dependientes, frente a 29.200 hombres. Asimismo, había 3,4 millones de mujeres inactivas dedicadas a las labores del hogar, frente a 510.000 hombres.

También son mayoritariamente mujeres (87%) las que se acogen a excedencias por cuidado de hijo, con 38.454 dadas de alta en el primer semestre del año, frente a los 5.431 hombres, aunque los tres primeros años tienen consideración de periodos de cotización efectiva a efectos de las prestaciones de la Seguridad Social.

Además, en este sentido, el Banco de España ha constatado que el mercado laboral penaliza a las mujeres tras la maternidad mientras que los hombres apenas se ven afectados después de ser padres, una cuestión que incide en la brecha salarial de género existente y que llega a ser del 28% a largo plazo tras el nacimiento del primer hijo. El estudio, titulado The Child Penalty in Spain (La penalización por los hijos en España) y firmado por Alicia de Quinto, Laura Hospido y Carlos Sanz, concluye que los ingresos laborales brutos de las mujeres merman un 11,2% durante el primer año tras la maternidad y en cambio, las ganancias de los padres aumentan en un 0,15% en ese mismo periodo.