El 87% de empresas están dispuestas a aportar al plan de ahorro del empleado

Casi la totalidad de los empleadores de nuestro país considera necesaria la reforma del sistema de pensiones, si bien la mayoría considera que la medidas a aplicar acarrearán reducciones en las cuantías de las pagas de jubilación y demás prestaciones contributivas que otorga la Seguridad Social en España

La gran mayoría de los empresarios de nuestro país estarían dispuestos a abrir un plan de ahorro en sus compañías para fomentarlo entre los trabajadores de la misma. Lo que muestra una amplia disposición de cara a las medidas que pretende impulsar el Gobierno en materia de pensiones y Seguridad Social, apoyándose en la reforma que ya ha sido elevada al Ejecutivo desde el Pacto de Toledo. Además, precisamente, sobre estos cambios normativos en ciernes, el 63% de las empresas cree que una reforma del sistema público de pensiones implicaría una reducción de las mismas a futuro, según se desprende del informe Situación de las pensiones en España 2020 realizado por KPMG Abogados. Para el 95% de los encuestados, la reforma era necesaria antes de la llegada de la emergencia sanitaria para garantizar la sostenibilidad financiera de la Seguridad Social en el medio y largo plazo, con la jubilación de la generación del baby boom llamando a la puerta del Sistema. También un 95% considera necesaria una reforma del sistema teniendo en cuenta las consecuencias provocadas por la pandemia, como elemento dinamizador de estas medidas, mientras que un 94% cree que la reforma debería llevar implícita una serie de medidas para fomentar la previsión social privada.

El estudio, que también analiza el grado de desarrollo de la previsión social complementaria en España, pone de relieve que el 87% de las empresas estarían dispuestas a realizar aportaciones para la jubilación de sus empleados, como se ha mencionado. En este sentido, el 43% lo haría en un importe equivalente al 2% del salario y un 29% de las empresas encuestadas aportaría un 4% para la jubilación de sus empleados. En cualquier caso, parece evidente que los empleadores de nuestro país no verían con malos ojos la introducción de modelos de previsión social complementaria a través de la empresa con esquemas de aportación mixta, compartida entre el trabajador y su empleador, como ya ocurre en el modelo de las EPSV del País Vasco o con el NEST de Reino Unido, donde además estas aportaciones se hacen de forma automática al entrar en la compañía.

El estudio señala que, del total de 384 empresas encuestadas, el 27,5% tiene plan de previsión de ahorro para sus trabajadores y de ellas el 39,6% tienen más de un plan. La mayoría de los planes de jubilación analizados pertenecen a los sectores financiero, servicios, químico y farmacéutico. Según KPMG Abogados, aunque al inicio del año parecía que había interés por incentivar los planes colectivos de empresas, la situación derivada de la pandemia del Covid-19 ha provocado no solo que no se incentiven dichos planes, “sino que en algunas empresas hayan tenido que tomar medidas para reducirlos o paralizarlos temporalmente”.

El informe también recoge que el 79% de los planes analizados es de aportación definida, el 10% de prestación definida y el 11% mixto. El 61% de los planes va dirigido a toda la plantilla, frente a un 20% que recoge solo a directivos, un 3% a mandos intermedios y un 16% a otros. KPMG subraya que la mayoría de los planes de jubilación implementados en España son los planes de pensiones de empleo, según el 46% de los encuestados.

Respecto a la fórmula de aportación a los planes de jubilación, el 74% tiene fórmulas de aportación consistentes en un porcentaje fijo sobre el salario pensionable, un 8% tiene una fórmula de aportación de dos tramos separados por una variable de corte, un 7% no aplica, porque tiene un plan de prestación definida y un 5% que tiene una cuantía independiente del salario pensionable. Sin embargo, el 63% de las empresas cree que no se dan las condiciones para hacerlo en este momento, o que el coronavirus no ha disminuido los planes en materia de previsión social de las empresas.

De su lado, un 77% piensa que es necesario que se tomen medidas en materia de fiscalidad y de comunicación, así como que se establezca la obligatoriedad de realizar aportaciones a sistemas privados.

Fomentar el ahorro

De hecho, un 83% considera que no son suficientes los incentivos fiscales al ahorro y cree que el Gobierno tendría que incentivar el ahorro para la jubilación a través de instrumentos de ahorro tanto colectivos como individuales. Para KPMG Abogados, es necesario llevar a cabo una reforma fiscal que fomente el ahorro privado, tanto el colectivo como el individual. En este sentido, reclaman desde la auditora que se mantenga el esfuerzo fiscal para incentivar la contratación y aportaciones correspondientes al sistema individual, desmarcándose así del rejón aplicado por el Gobierno en los incentivos fiscales. Por otro lado, el estudio dice que, por la pandemia, el 10% ha aplicado medidas temporales de reducción de aportaciones a sus planes de jubilación, frente a un 90% de las compañías participantes en el estudio que no ha llevado a cabo una reducción por el Covid en el importe de aportación al plan de previsión social.

En general, preguntados por si han tenido que tomar medidas como reducción de plantilla por el Covid durante los peores meses de la pandemia, el 62% ha asegurado que no ha tomado medidas, mientras que el 28% ha afirmado que ha realizado un expediente de regulación temporal de empleo (Erte) y un 10% ha tomado otras medidas -congelación salarial y Erte, finalización de contratos temporales (una de las principales medidas de ajuste de las empresas en nuestro país, que recoge en el mercado laboral a día de hoy una caída de afiliaciones de 500.000 trabajadores), medidas individuales, bolsa de horas, permisos retribuidos recuperables, cambios de rol o anticipación de vacaciones-.