Las pensiones triplicarán el déficit en 2020 debido a la crisis sanitaria

Las ayudas para empresas y trabajadores por el Covid-19 con cargo a la Seguridad Social ascienden a 30.000 millones de euros, lo que presionará al alza el desequilibrio anual de las cuentas del Sistema hasta alcanzar los 60.000 millones de euros en el año.

El golpe para la Seguridad Social asestado por la crisis sanitaria del coronavirus muestras unas dimensiones desproporcionadas con el paso de las semanas. Tanto es así que el déficit presupuestario del organismo encargado de pagar las pensiones en nuestro país triplicará este año el registrado en el pasado ejercicio, pasando de los 17.500 millones de euros de 2019 hasta los 60.000 millones de desfase previsto para este año en el mejor de los escenarios, según las estimaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) arrojadas en la evaluación realizada del nuevo Plan de Estabilidad Presupuestaria 2020 publicado por el Gobierno hace unos días y en el que se plasma el impacto de la pandemia del Covid-19 en la economía.

Ello, implicaría que el déficit del sistema de pensiones rondará a cierre de este año el 5% del PIB, contra el 1,4% acumulado el pasado 2019. Sin embargo, la situación se podría agravar en un escenario en el que una evolución más adversa de la epidemia provoque un recrudecimiento de las medidas de distanciamiento social en la segunda mitad del año y una menor capacidad de recuperación de la economía por mayores daños en la capacidad productiva. Aquí, el déficit de la Seguridad Social aumentaría por una mayor contribución negativa del desempeño del mercado laboral llevando el desequilibrio al 6,1% del PIB, unos 73.200 millones de euros, lo que supondría cuadriplicar el déficit del pasado año.

Este cuadro presupuestario teñido de rojo está marcado por dos factores que componen la losa de gastos que cargará el Sistema este año como causa de su aportación a la red de ayudas previstas por el Gobierno para mitigar el impacto económico de la crisis sanitaria. En primer lugar está la partida de gasto estrella del Sistema, el de las pensiones, que para este año está previsto en 135.000 millones de euros, es decir, 10,7 puntos del PIB. Una partida que ya de por sí estrangula la capacidad financiera de la Seguridad Social -con un déficit estructura enquistado en torno a los 18.000 millones de euros anuales- y a la que habrá que sumar este año otros 30.000 millones de euros de ayudas y transferencias de renta a empresas y trabajadores autónomos, lo que supone casi 3 puntos del PIB.

En este punto, desde el Instituto de Actuarios Españoles apuntan que el déficit contributivo de la Seguridad Social en 2020 dependerá de cómo afecte la crisis del coronavirus a las cotizaciones, lo que estará en función de la duración de las medidas de confinamiento y de lo rápido que se produzca la recuperación, siendo inevitable un repunte en el déficit en términos absolutos, “que será mayor todavía en términos de PIB, dado que esta variable sí que recogerá en toda su magnitud la caída de actividad”.

“Dado que la cuantía del fondo de reserva es testimonial, el recurso a préstamos y a transferencias del Estado para pagar gastos contributivos llegarán a valores récord. Al margen de crisis puntuales como la que se avecina durante 2020 y como ya hemos apuntado también en periodos de crecimiento económico, el sistema necesita corregir el abultado déficit contributivo estructural con medidas de reforma que deberían ser consensuadas al máximo en el Pacto de Toledo”, apuntan desde la institución.

Por su parte, desde la Autoridad Fiscal se advierte que “todos los subsectores del Estado verán deteriorarse su saldo fiscal, aunque la Administración Central y los Fondos de la Seguridad Social concentran el mayor impacto, que en 2021 implicará una caída importante de las entregas a cuenta.