¿Están a salvo las pensiones?

La irrupción de Covid-19 ha puesto patas arriba la economía, no solo pública, sino también la privada e individual de cada persona, afectando a su poder adquisitivo actual y futuro y, por ende, impactando en los planes de pensiones. El primer trimestre de 2020 ha sido uno de los más volátiles que recuerdan los mercados globales desde la crisis de 2008. Esta singular y delicada situación pone, de nuevo, en el centro del huracán la preocupación por el futuro financiero de las personas. Y es que, la incertidumbre que caracteriza a esta nueva normalidad que estamos viviendo no hace sino aumentar la inquietud en torno a si los ahorros serán suficientes cuando llegue la jubilación. ¿Están a salvo las pensiones?

La situación actual que estamos viviendo acelerará la difusión de los planes de pensiones privados, ya que las personas se encuentran ante la creciente necesidad de complementar la pensión pública de cara al futuro. El escenario deseable sería que cada persona destinase una porción de los gastos de consumo individuales a la aportación a planes de pensiones privados, para así asegurarse una jubilación sin sobresaltos y sin comprometer sus propias finanzas individuales, especialmente considerando la coyuntura en la que nos encontramos debido al Covid-19. Por ello, es necesario buscar una solución que garantice el poder adquisitivo de las personas una vez se retiren de su vida laboral para que no dependan de un sistema público de pensiones que, además, en España es cada vez más deficiente por resultar insostenible y porque la oferta de planes privados que ofrece el sector bancario tradicional es insuficiente.

Dadas las ineficiencias estructurales del sector de planes de pensiones tradicionales y bancarios, que impactan negativa y notablemente en el patrimonio de los inversores, y considerando situaciones como la que ha traído el Covid-19, en la que los ahorros quedan relegados a un segundo plano para priorizar los gastos comunes y diarios, el plan de pensiones privado ideal para complementar la pensión pública debe aportar estabilidad y los mejores resultados sea cual sea la coyuntura económica o el moméntum de los mercados.

Para lograrlo, la gestión pasiva se configura como la opción más beneficiosa al presentar comisiones más bajas y rentabilidades históricas más elevadas. Su enfoque indexado, largoplacista y ultradiversificado son los tres escudos que, unidos, protegen a los planes de pensiones de la futura, y segura, volatilidad. De esta forma, se obtendrá el mayor rendimiento posible a pesar de las embestidas del mercado y de las caídas de la Bolsa que, como ha sucedido en este primer trimestre de 2020, pueden acechar en cualquier momento. Así, el buen futuro financiero de las personas estará a salvo.