Víctor alvargonzález, Socio fundador en Nextep Finance: “No veo capacidad para revertir el déficit de la Seguridad Social y menos en la situación actual”

Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance, una empresa de asesoramiento financiero independiente, departe con ‘elEconomista Pensiones’ sobre los asuntos más candentes en el ámbito de las pensiones y la previsión complementaria, así como sobre las reformas que plantea el Gobierno para la Seguridad Social y su eventual impacto económico por la crisis del coronavirus.

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno de España, José Luis Escrivá, ha anunciado una reducción de los incentivos fiscales a los planes de pensiones privados en favor de los planes de empresa. ¿De qué forma lo valora? ¿Cree que es positivo para el desarrollo de la previsión social en nuestro país?

No lo creo. Salvo que, como ocurre en el caso de Estados Unidos y muchos otros países, exista un asesor independiente externo a la hora de elegir la o las gestoras que llevarán a cabo la tarea. De hecho, en Estados Unidos es obligatorio que sean tres las entidades independientes que recomienden las gestoras y al final se elige aquellas en las que hay consenso entre los tres asesores independientes. En caso contrario, se puede producir un conflicto de interés evidente entre lo que le interesa a los partícipes de los planes y las relaciones que puede haber entre las empresas y los bancos, que son, normalmente, los dueños de las gestoras.

¿Cree que la actual composición del tejido productivo de nuestro país permite el impulso de estos planes de ahorro colectivo por parte de las empresas? ¿Qué tipo de modelo de los que ya se han aplicado en otros países sería óptimo para implementar en España?

Hacerlo mediante planes de empresa es positivo en el sentido de que de alguna manera fuerza a los trabajadores a tomarse en serio el problema que se les viene encima. Y es que no va haber dinero para pagar las pensiones a los niveles de prestación que se ofrecen ahora mismo. Porque si para la mayoría de los trabajadores es difícil llegar a final de mes tener encima que tomar la decisión de apartar algo de dinero para la pensión privada es duro.

Como digo, el mejor modelo es que convivan las dos opciones: los planes a través de la empresa y los que se haga directamente al trabajador. También hay muchos trabajadores que sí se toman en serio crear su propio plan. Sin bonificar ni beneficiar a ninguno, pues ya sabemos a lo que lleva eliminar competencia: hay que ver los resultados de los planes de pensiones privados en la actualidad que como se venden solos gracias a la bonificación fiscal juegan con ventaja frente a otros productos de inversión más rentables. Y que en el caso de los planes de empresa exista la supervisión de un asesor financiero independiente. Aquí no tenemos que inventar nada ni complicarnos la existencia, en los países anglosajones se siguen estos esquemas desde hace mucho tiempo y con éxito.

¿Qué le parece que se vayan a endurecer las jubilaciones anticipadas? ¿Ve capacidad en la acción del Gobierno de España para revertir el déficit de la Seguridad Social en esta legislatura tal y como sugiere el ministro Escrivá?

No. Antes de la crisis desatada por la epidemia de coronavirus ya parecían más interesados en otras cosas, así que imagínense ahora que hay que hacer frente a una verdadera emergencia nacional. Al menos ahora sabemos que si no se enfrentan a ese problema es porque hay algo realmente más importante.

¿Echa de menos alguna medida o propuesta por parte del Gobierno en el ámbito de las pensiones de cara a la reforma del Sistema tras los anuncios del ministro Escrivá de las últimas semanas?

Echo de menos LA MEDIDA, con mayúsculas, que consistiría en dos pasos muy concretos: el primero, asumir que en el largo plazo no hay dinero público suficiente y que hay que facilitar y fomentar por todos los medios el ahorro privado; y el segundo, ayudar por todos los medios, especialmente fiscales, a todos los productos de ahorro sin excepción en la medida que se trate de inversión a largo plazo, ya sea una cartera de acciones, fondos de inversión planes de pensiones privados o de empresa, ETF, etc. Como tercer paso, donde el estímulo fiscal no sea suficiente o no sea de utilidad -rentas medias y bajas-, hay que aplicar otro tipo de estímulo, como puede ser bonificaciones u otras ventajas en el caso de los autónomos.

Uno de los aspectos con los que el ministro justificaba este trasvase de incentivos era la baja rentabilidad de los planes individuales privados, incluso menor que la de los planes de empleo. ¿Por qué rinden menos los primeros respecto a los segundos? ¿Hay margen para elevar estas rentabilidades en ambos ámbitos?

Precisamente el problema de los planes de pensiones privados es que juegan con ventaja y, al jugar con ventaja, no han necesitado esforzarse. Como es, de las grandes formas de ahorro, la única que tiene deducción fiscal inmediata y directa, se venden fácilmente entre aquellas personas que pueden aprovechar esa deducción. Yo mismo soy consciente de que ese dinero que aporto a planes de pensiones estaría mejor invertido en fondos de inversión, pero lo hago, hasta donde pueda beneficiarme de la deducción, pese a ser totalmente consciente de que la gestión sería mejor en fondos de inversión. Por eso es tan importante generar competencia entre los instrumentos de ahorro financiero.

¿Qué efecto puede tener en el sector de los planes de pensiones individuales privados en España, y en su cifra total de negocio, la reducción de los incentivos fiscales en este tipo de productos de ahorro pensados para el largo plazo que ha anunciado el ministro Escrivá sus primeras comparecencias?

Tiene la ventaja de que, como decía antes, una mala gestión deja de jugar con ventaja, pero yo creo que la idea no debería ser igualar por abajo sino dar incentivos fiscales a cualquier forma de ahorro privado dirigida al largo plazo.

En la dinámica de un nuevo impulso al desarrollo de la previsión social complementaria, ¿qué tipo de esquema fiscal sería el más óptimo para la situación que vivimos en la actualidad? En cuanto a la reforma del sistema público de pensiones en España, ¿cómo valora la actividad ocurrida en la Comisión del Pacto de Toledo? ¿Confía en que se articulen unas recomendaciones que recojan la totalidad de las necesidades financieras de nuestro sistema público de pensiones?

Tengo pocas esperanzas al respecto al tratarse de organismos muy politizados o muy presionados por los políticos. Y tampoco tenemos políticos con una visión de largo plazo, así que soy escéptico, aunque la esperanza es lo último que se pierde.

¿Cree que es una buena medida para elevar los ingresos que obtiene la Seguridad Social el incremento de las bases máximas de cotización a las grandes fortunas que ha anunciado el Gobierno de coalición presidido por Pedro Sánchez? ¿Puede tener efectos contraproducentes la aplicación de esta medida en la recaudación que obtenga la Administración?

Pues imagínese con la que nos ha caído con lo del coronavirus si es el momento de incrementar bases de ningún tipo o de subir impuestos...

¿Cuáles serían sus recomendaciones para implementar el ahorro para la jubilación a una persona de 30 años, a una de 40 años y a una de 50 años?

Si los ahorradores no van a poder beneficiarse de la deducción fiscal que disfrutan los planes de pensiones individuales, que utilicen fondos de inversión, que permiten invertir en cualquier tipo de activo, sector o país, y que además permiten diseñar carteras totalmente a la medida de cada inversor. Otra opción que no se menciona mucho pero que puede ser muy interesante para quien siga una estrategia de comprar y mantener son los ETF o fondos cotizados. Estos no tienen las ventajas fiscales de los fondos de inversión, pero, si se va a mantener la inversión sin cambios hasta la jubilación, la reducción en costes -es decir, en comisiones- es brutal.