El inversor mantiene el pulso a la crisis del coronavirus

Los expertos recuerdan que ante la caída de los mercados es momento de ampliar las compras y recomiendan mantener las aportaciones regulares a los planes de ahorro

Dicen que en las situaciones límite es cuando realmente se conoce cómo son realmente las personas. Esta crisis que nos ha caído encima prácticamente sin darnos cuenta, sin embargo, no está poniendo sólo a prueba a los individuos, sino a la estructura de todo el país en su conjunto: desde la sanidad hasta la educación, desde las administraciones públicas hasta las familias, desde las grandes empresas hasta las más pequeñas, desde la economía y los mercados hasta la tecnología. Y no sólo de nuestro país, sino del mundo entero. El coronavirus nos ha servido para darnos cuenta de lo verdaderamente global que es nuestro mundo, y de alguna manera, también para darnos un baño de igualdad: nadie, ni con dinero ni sin él, puede escapar ni al riesgo de infectarse ni a la imposición de no salir de casa que marca el estado de alarma.

Y si nos centramos en el aspecto puramente económico-financiero, este minúsculo ser importado de China que ha desconfigurado temporalmente nuestra realidad también ha servido para sacar a la luz un aspecto positivo de nuestra sociedad: que poco a poco, los pequeños inversores van adquiriendo un nivel de cultura financiera más elevado que las generaciones anteriores, lo que se refleja en la toma de decisiones derivadas de la brutal caída que están sufriendo los mercados a nivel mundial.

Con el Ibex 35 acumulando pérdidas no vistas desde la crisis de 2008 y las noticias que llegan de las principales bolsas internacionales, un pequeño inversor poco experimentado comenzaría a entrar en pánico, se dejaría llevar por lo emocional y el miedo a perder su dinero le llevaría a desinvertir su cartera.

Se trata de un error básico y bastante recurrente hasta ahora, pues una de las principales máximas del mercado de inversión es que se debe hacer justo lo contrario: aprovechar las fases de caída para aumentar el capital invertido. De este modo, es posible comprar acciones o participaciones en fondos por un precio mucho más bajo, y preparar una sólida cartera lista para obtener mayor rentabilidad cuando la economía recupere su ciclo alcista.

Lo cierto es que, en las últimas semanas, parece una tónica generalizada que la fintechs especializadas en asesoramiento financiero de nuestro país no sólo no están detectando desinversiones por parte de sus clientes, sino que estos están aumentando sus aportaciones a sus planes de inversión. Una de ellas es Micappital, fintech española especializada en diseñar planes de ahorro e inversión a medida para pequeños y medianos ahorradores. El 42% de sus cerca de 900 clientes (en su mayoría millennials) se han mostrado interesados en ampliar sus aportaciones.

El resto ha mantenido sus inversiones sin hacer ninguna modificación, y tan sólo tres usuarios han tomado la decisión de retirar su capital del mercado de inversión, preocupados por su patrimonio. En cuanto al perfil de fondos en los que están invirtiendo, se trata de aquellos con mayor nivel de riesgo, los más agresivos, que son los que han sufrido las mayores pérdidas y se encuentran a un precio más bajo.

“La tecnología aplicada a las finanzas ha democratizado el mercado de inversión, y hoy día cualquier persona con un pequeño patrimonio puede tener acceso a un servicio de asesoramiento personalizado que le ayude a tomar las decisiones correctas respecto a su cartera, algo a lo que antes sólo podían aspirar las grandes fortunas. Fintechs como nosotros estamos contribuyendo a mejorar la cultura financiera de la sociedad española”, sostiene Miguel Camiña, CEO y cofundador de la compañía.

Efectivamente, lo que más asusta a un inversor no es la incertidumbre, que es un elemento inevitable en el funcionamiento de los mercados financieros (sin ella, sin el riesgo, no habría rentabilidad), sino el desconocimiento, la indecisión, el no saber qué hacer ni cuál es la decisión acertada en cada caso. En este sentido, la vida ha cambiado mucho para los pequeños inversores desde que existen las fintechs, pues estas ofrecen asesoramiento personalizado, similar al que realiza la banca privada con los grandes patrimonios, pero al alcance de cualquier bolsillo. “No es lo mismo actuar solo, con el miedo a equivocarse sin nadie que te diga si estás tomando la decisión correcta, que hacerlo con el acompañamiento de un experto que te guía y te ayuda a alcanzar objetivos de inversión”, explica Camiña. En el caso de Micappital, por ejemplo, tras cerrar 2019 con unos resultados de rentabilidad elevados desde el pasado mes de diciembre, con una fase recesiva en perspectiva, venía manteniendo una estrategia más conservadora, recomendando a sus clientes no aumentar sus inversiones y bajando el nivel de riesgo de sus carteras.