El alza del SMI, otro obstáculo para los planes de empresa

Los expertos valoran positivamente la propuesta del Gobierno de incentivar el ahorro en el ámbito laboral y proponen el sistema británico como espejo para impulsar el modelo

La introducción de los planes de pensiones de empresa en España parece uno de los principales retos del tejido productivo de nuestro país de cara al mantenimiento del poder adquisitivo de los futuros pensionistas, que previsiblemente se verá reducido en el mismo volumen que lo haga en las próximas décadas la tasa de sustitución sobre el último salario, ahora en el entorno del 78%. Esta es una de las principales tareas pendientes de la sociedad española que puede favorecer a un mayor compromiso de ahorro a largo plazo por parte de los españoles -cuenta pendientes si se compara la tasa de ahorro respecto a nuestros países vecinos- y sin embargo son varios los obstáculos que encuentra, tal y como se expuso recientemente en la jornada de Previsión Social en la Empresa. Pensando en el futuro de las personas organizada por APD, Ocopen y Cecabank.

En este sentido, uno de los “frenos” que se puede encontrar la empresa a la hora de impulsar estos planes de pensiones de empleo para sus trabajadores está en el incremento de los costes laborales para el patrono, en los últimos meses azuzado por las dos subidas del salario mínimo interprofesional (SMI) que ha efectuado el Gobierno de Pedro Sánchez, la última del mes de enero que situó esta retribución en los 950 euros. La causa de que esta subida sea contraproducente para fomentar el ahorro privado en la empresa viene por la estipulación en el Estatuto de los Trabajadores de que la retribución en especie nunca sea superior al 30% del total de los ingresos percibidos, y que la parte restante –sin contar el sueldo en especie– nunca sea inferior al nivel del SMI, según explicó a elEconomista el presidente y consejero delegado de Compensa Capital, Carlos Delgado, tras su intervención.

Además, a parte de la cuestión legal, existe el factor de que el impulso de los planes de pensiones de empleo supone para la empresa un coste por la vía del aumento de las cotizaciones asociada al alza del SMI supone de entrada un desincentivo. “Las compañías tienen que subir 50 euros al mes por catorce pagas son 700 euros, más la parte de la Seguridad Social la subida por empleados supone un encarecimiento de 910 euros de los costes para el empresario por trabajador. Por lo que de entrada, el plan de pensiones, que es un gasto más para la empresa, se desincentiva”, explica Delgado.

“El Estatuto de los Trabajadores estipula que la retribución en especie es parte del salario pero para evitar abusos se fija que como máximo la retribución que puedes percibir en especie es el 30% de la retribución total y que nunca tengas en efectivo menos del SMI. Lo que pasa es que antes una persona que cobraba 1.000 euros al mes, con el SMI a 900 podía destinar 100 a pensiones por que estas por encima del SMI y esa parte no superar el 30%. Pero con la subida del SMI a 950 euros solo puedo destinar 50 euros” en esos sueldos que sí se mantienen por encima del mínimo de retribución.

El ‘plan Escrivá’

En este sentido y ante la intención del Gobierno de impulsar el ahorro colectivo en la empresa, tal y como ha anunciado el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, el responsable de Pensiones de KPMG Abogados, Álvaro Granado, asegura que “apostar por el desarrollo de la previsión social colectiva es una medida que dará a la empresa un papel protagonista en las pensiones del futuro. Esto es algo que debería haberse impulsado hace muchos años. Habrá que analizar minuciosamente en que ámbito se incentiva a las empresas a que pongan en marcha planes de jubilación pues no debemos olvidar que España es un país de pymes y deberá garantizarse que ninguna empresa queda fuera del paraguas de los incentivos para la creación de planes”.

“Todo lo que sea desincentivar el ahorro y la inversión privados es una aberración. Que se quiera promover los planes de pensiones de empresas está muy bien, y se debe trabajar mucho en esa línea copiando sistemas como el de Reino Unido o el americano, pero eso no debe servir de excusa para cargarse los tristes beneficios fiscales de los planes de pensiones individuales (PPI)”, señala Jorge Sieiro, cofundador y COO de Fintup, ante las medidas anunciadas por el ministro para esta legislatura, añadiendo que las ventajas fiscales de los planes de pensiones son ridículas y que la mayoría de los españoles pierden dinero con los planes porque los utilizan mal al no reinvierten las desgravaciones. “Si encima quitan esas ventajas, tener un plan de pensiones no compensará en ningún caso”, concluye.