La reforma de las pensiones que impondrá Europa

Sobrevive la Unión Europea y España ha encontrado un flotador. Así me explicaba un buen amigo dos de los mensajes que deja el fondo de reconstrucción europeo aprobado por los líderes de la UE. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lo ha vendido como un gran éxito para España: 140.000 millones de euros, de los cuales 72.000 irán a fondo perdido. ¿El resto? Serán préstamos con condiciones y con posibilidad de freno por cualquiera de los países si los fondos no se destinan a paliar los efectos del Covid.

¿Condiciones? Caminar hacia el equilibrio presupuestario y para ello ajustar la partida de gastos. ¿En qué estoy pensando? Hace unos días hablaba con el economista Javier Santacruz y me marcaba en un folio las cuatro grandes reformas que España debería afrontar en los próximos años. Reforma laboral, no para derogar la reforma de 2012 de Rajoy, y sí para dotarla aún de mayor flexibilidad; reforma de las Administraciones Públicas destinada a eliminar duplicidades, crear centrales de compra para ayuntamientos y Comunidades Autónomas, y reducir el gasto no productivo; reforma fiscal, destinada a optimizar los ingresos fiscales, y ¡ojo!, porque aquí nos tocará soportar subida de IVA, IRPF, sociedades y ojo a impuestos verdes e impuestos especiales; y reforma de las pensiones. ¡Ay, la reforma de las pensiones!

¿Sabe usted cuantos años llevo escuchando lo de la reforma de las pensiones? Que el sistema hace aguas, que más pronto que tarde quebrará, que es insostenible, que el número actual de cotizantes no puede soportar un creciente número de jubilados... Más de 10 y más de 20 años y ¿sabe qué? Que hemos visto aún que otro ajuste, pero poco más. Se retrasó la edad de jubilación, se frenaron las prejubilaciones y se amplió la base para calcular la pensión. Más años cotizados para acceder a ese dorado que llega cuando una persona deja el mundo laboral y da un paso al mundo senior del retiro.

¿Ahora qué está por llegar? No sé muy bien cómo le meterán mano al sistema de pensiones: pueden tener en cuenta toda la vida laboral para calcular la pensión, retrasar la edad de jubilación, ligar las pensiones a la esperanza de vida, al crecimiento económico, favorecer fiscalmente los planes de empleo, los planes de pensiones individuales... No sé cómo lo harán, pero sí que tengo claro que cobraremos una pensión menor y, sobre todo, que lo venderán como una imposición de Europa. ¡Acaso Pablo Iglesias va a permitir que el Gobierno que el copreside diga claramente que mete el tajo a las pensiones?

Sinceramente, me da igual cómo lo vendan, pero ¡por favor!, no nos traten como imbéciles: apelen a nuestra responsabilidad y empújennos a ahorrar.