José A. Herce San Miguel, consultor en longevidad y pensiones en LoRIS (Longevity and Retirement Income Solutions): “Pensar que la ‘mochila austríaca’ es una solución para las pensiones es una aberración”

Tras los peores meses de la crisis sanitaria y la consecución del acuerdo para el fondo de reconstrucción de la UE, el experto en el sector de pensiones y de la previsión social complementaria, José A. Herce, atiende a ‘elEconomista Pensiones’ para evaluar la coyuntura del sector ante el avance de la pandemia mundial.

Un mes después de que se retomen las negociaciones en el Pacto de Toledo para la reforma de pensiones y en pleno debate -abierto por la AIReF- sobre la idoneidad de las deducciones fiscales para el ahorro privado, el Consultor en longevidad y pensiones en LoRIS (Longevity and Retirement Income Solutions), José A. Herce, arroja luz sobre la coyuntura del sector y la evolución para el medio plazo.

¿Cómo puede influir la posición de la UE tras el acuerdo para el fondo de reconstrucción en la reforma de pensiones?

España no va a tener más remedio que ofrecer contrapartidas. No dar pasos atrás en la regulación del mercado de trabajo y dar pasos adelante en la reforma radical de las pensiones, ya que de otra forma no se estabilizará el sistema, que es la condición de las ayudas europeas. Esto significa evitar que el déficit siga subiendo en los próximos lustros, con una escalada la próxima década por la jubilación de la generación baby boom. España tiene que comprometerse y poner toda su reputación política e institucional en el cumplimiento de esas contrapartidas, lo que supondrá dar pasos muy decididos en la estabilidad del sistema de pensiones.

¿Ve posible cerrar el déficit de la Seguridad Social en esta legislatura?

Antes de la pandemia era posible cerrar el déficit de la Seguridad Social, no sin esfuerzo y no sin subidas de impuestos -que no debería de ser selectivas sino de base muy amplia, salvando a los contribuyentes con menor capacidad de tributación-. Se podría haber hecho porque el déficit estaba en 18.000 millones antes de la pandemia. Pero, en cualquier caso, la estabilización del Sistema a través de subidas, recortes o separación de fuentes son metodologías contables que pueden ayudar, pero la jubilación masiva de los baby boom está servida. En poco más de una década tendremos una remontada incontenible del gasto. Pero es que este año el déficit ya va a ser el doble que en 2019 porque el empleo está cayendo y aún no hemos resuelto el limbo de los Erte.

¿Por qué no se ha abordado entonces la reforma del sistema?

Falta coraje político por una razón clara, y es que la resistencia social a un cambio doloroso es enorme. No somos conscientes de que cada día que pasa se añaden cuatro horas más a nuestra vida. Si la longevidad hiciese ruido no podríamos dormir. Vivimos cada vez más en jubilación y tenemos cada vez menos carrera de cotización y no queremos aumentar las cotizaciones. Entonces, ¿cómo se financia esto? Se pagan 40 años de jubilación con 30 de cotizaciones. Cuando la gente se dé cuenta de esto serán menos resistentes cuando venga un político valiente y diga “cada cuatro horas que ganemos de vida, dos las vamos a dedicar a seguir trabajando”. Es la única forma de hacerlo y el recurso no es financiero: es material, puro tiempo. No hacemos nada con estas ganancias de tiempo de vida, las tiramos.

Sin embargo, mucha gente piensa que recibe poco a cambio de lo que cotizó...

Eso no es así. Hay que saber que a los 12 años de haberte jubilado la Seguridad Social ya ha devuelto todo lo que cotizaste. La Seguridad Social lleva 130 años en el mundo y está exhausta, es hora de que hagamos algo por el Sistema. El mercado de trabajo es la fuente de todos los problemas de la Seguridad Social pero también de todas las soluciones: el Sistema arregla muchísimos desperfectos que le llegan del mercado laboral. La gente llega con carreras de cotización insuficientes a la jubilación. El trabajador medio tiene más pensión que la que deberían haber generado él y su empleador con las cotizaciones. Y más que si las hubiese invertido en el Ibex.

La Seguridad Social resuelve buena parte de la brecha de género, trata mucho mejor a las mujeres que a los hombres por una cuestión que no es discutible: porque ellas viven más años que ellos y la Seguridad Social les paga rentas vitalicias al mismo coste. Eso sí, no se puede dejar de hacer. También reconoce a las mujeres que no han trabajado por el cuidado de hijos, en función del número, hasta un 15% de su pensión. El mecanismo de lagunas de cotización no está pensado con derivada de género, pero beneficia a las mujeres más que a los hombres. La Seguridad Social está exhausta de reparar los daños que le llegan del mercado laboral.

En el caso de los autónomos, el 80% elige cotizar por la base mínima. La Seguridad Social les da la mejor pensión del sistema por euro cotizado: es la más rentable con arreglo a las aportaciones. La pensión de los autónomos es muy mala comparada con la del régimen general y hay 3 millones de trabajadores que se van a jubilar con pensiones mucho más bajas.

¿Cómo ve que el Gobierno estudie la eliminación de la deducción fiscal en aportaciones a planes de pensiones?

Aquí hay dos cosas: tú puedes practicar una deducción, pero no el diferimiento, por ejemplo, deduciendo las prestaciones, no las aportaciones. El diferimiento es cuando en vez de deducir las prestaciones lo haces en las aportaciones porque pones todo tu capital a producir. No hay casi ningún país que haga esto último. Y no hay ningún país que aplique la doble imposición que supone quitar la deducción porque pagarías impuestos por las aportaciones y por las prestaciones, ningún país de la OCDE lo hace. Igual que no se sujetan a impuestos las aportaciones a la Seguridad Social. ¿Por qué no someter al mismo tratamiento las cotizaciones a sistemas de previsión social complementaria? Los autónomos que ya van a estar mal tratados por las pensiones públicas, van a tener una tasa de sustitución en base a sus ingresos del 30% contra el 80% del régimen general. El 40% de autónomos tiene un plan de pensiones individual. Estos son los que sufrirían las consecuencias de la monstruosidad de quitar la deducción.

Y eso de que solo se benefician las rentas más altas de las ventajas al ahorro...

Es una maldita milonga. En ninguna parte del reglamento de planes y fondos de pensiones dice que solo se pueden beneficiar esas rentas. Eso es producto de la situación general y de quién se lo puede permitir y quién no. Que solo se benefician esos perfiles es un hecho, pero nadie lo desea, no está escrito en la ley y si una persona de menores ingresos quisiese beneficiarse podría hacerlo ya que nadie se lo impide. Hay que normalizar el mercado de trabajo y los salarios y la gente podrá permitirse ahorrar. Hoy deberíamos estar trabajando hasta los 72 años con arreglo al aumento de la esperanza de vida.

¿Puede ser beneficioso para el sistema español la introducción de la mochila austríaca?

Esto es un elemento del ordenamiento laboral no previsional. Y por tanto, mezclarlo con las pensiones es un error. Eso de que es una solución para las pensiones y la jubilación es una barbaridad y una aberración. Una mochila austríaca que se interprete como un seguro de despido si no te despiden no rescatas nada. Es un fondo de capital que vas generando y va contigo vayas a donde vayas. Si no te despiden lo puedes utilizar llegada la jubilación puedes hacer con eso lo que quieras. Solo hay una probabilidad de que el fondo de la mochila austríaca entendida como debe de ser solucione algo del tema previsional. Y la Seguridad Social no va a ver ni un euro, no tiene que ver nada con el ordenamiento del Sistema por lo que es un error grosero pensar que la mochila austríaca es la solución de las pensiones. Porque no lo es.

¿Cómo ve la transferencia de la gestión de la Seguridad Social al País Vasco?

Es lo que se tendría que haber hecho hace décadas. Los pactos están para cumplirlos. Mientras no se traspase la línea roja de la caja única, que a los vascos no les interesa porque tendrían déficit... El problema es que suponga abrir la puerta un poquito. Si fuera por eso, en Galicia solo podrían pagar ocho de cada 14 pagas anuales que reciben los pensionistas, mientras que en Madrid se podrían pagar 15 por una demografía más favorable.