La Seguridad Social afronta la crisis
con una deuda de 100.000 millones

A partir del próximo año, el Sistema recibirá transferencias directas del Estado que no computarán en su déficit. Será la primera vez que parte de los gastos del organismo encargado de las pensiones en España se sufraguen con dinero procedente de impuestos, unos 14.000 millones de euros en 2021

La Seguridad Social afronta en 2021 un cambio de paradigma en el plano financiero, y más concretamente en lo que respecta a las inyecciones de dinero adicional que recibe desde hace ya algunos ejercicios para poder enfrentar los todos los compromisos de pago anuales cuando los ingresos por cotizaciones no cubren la totalidad de la factura. En este sentido, desde el próximo año, el Sistema recibirá del Estado transferencias directas de dinero que no se acumularán el el pasivo de la Tesorería, como sí viene ocurriendo con los préstamos de los últimos años. En suma, la Seguridad Social afronta el 2021 con una deuda de más de 100.000 millones de euros con el Estado, un pasivo cuyo saldaje se prolonga recurrentemete en el diseño de los Presupuestos Generales y que amenaza con enquistarse y conformar un apéndice más de las Cuentas del Sistema con perpetuidad.

Cabe recordar en este punto que la Seguridad Social recibió un nuevo préstamo de 6.000 millones de euros para hacer frente a la paga extra de Navidad de los pensionistas, que se abonó a finales de noviembre y que provocó que la factura en esta partida ascendiera a 20.000 millones de euros. Así, lo dispuso el Gobierno en el Consejo de Ministros y supone el cuarto crédito que el Estado concede al Sistema para hacer frente a estos pagos ordinarios y también a aquellos causados como respuesta a la pandemia, principalmente correspondiente a las ayudas para empresas y trabajadores. En suma, cuatro préstamos que ascienden a 51.000 millones de euros en lo que va de año, que significa que la Seguridad Social habrá precisado al cierre del presente ejercicio de financiación extra por valor de 4,2 puntos porcentuales del PIB.

En una nota enviada por le Gabinete que dirige el ministro José Luis Escrivá el Ejecutivo especificaba que “el Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto-ley de medidas urgentes de apoyo a la solvencia empresarial y al sector energético que incluye un suplemento de crédito extraordinario de 6.000 millones de euros para equilibrar el impacto en las cuentas de la Seguridad Social derivado de la Covid-19”. Y que el organismo justifica porque en los últimos meses se han desarrollado diversas medidas de protección de rentas por la pandemia que han tenido impacto sobre los ingresos y los gastos del sistema, mientras se continuaban atendiendo a las prestaciones habituales, como las pensiones o la prestación por nacimiento de hijo.

“Entre las medidas de protección de rentas por la pandemia, destacan las prestaciones extraordinarias para autónomos -fruto del consenso con las asociaciones de este colectivo- y las exoneraciones de las cotizaciones sociales en los Erte para los sectores más afectados por la crisis o con limitaciones de actividad o impedimento, una regulación especial que se pactó con los agentes sociales. Ambas medidas se han extendido hasta finales de enero”, apuntan desde el Gobierno como principales causantes de las necesidades de financiación.

Cuatro (y último) préstamo del Estado

Este último préstamo de 6.000 millones completa, no obstante, los otros tres recibidos por la Seguridad Social durante este año, pero será el último que reciba en este ejercicio y en los próximos venideros. Cabe recordar que en virtud de los acuerdos del Pacto de Toledo, las recomendaciones del Tribunal de Cuentas, y como ya recoge el proyecto de Presupuestos Generales para 2021 el año que viene se realizarán transferencias, que no repercuten en el pasivo de la Seguridad Social y que se fijarán de manera ordinaria como parte de la financiación del Sistema. Así, en el Proyecto de Ley de Presupuestos de Generales del Estado para 2021 se incluye como novedad una transferencia de 13.929 millones para dar cumplimiento a la recomendación primera del Pacto de Toledo.

En suma, la Seguridad Social habrá dispuesto a finales de 2020 de hasta cuatro créditos del Estado procedentes del Presupuesto General. Cabe recordar que el primero de ellos, el liberado en abril por valor de 13.800 millones de euros, ya se encontraba recogido en las Cuentas aprobadas en 2018 por Cristóbal Montoro. A este se sumó en mayo, otros dos préstamos de 14.002 millones y 16.000 millones ya no aparecen en el cuadro presupuestario por lo que impactarán directamente en un repunte del déficit público y un incremento de la deuda.

En suma, tres créditos en un solo año por valor de casi 45.000 millones de euros para afrontar los gastos de la Seguridad Social, a los que suma último elevando la financiación a 51.000 millones que es casi cuatro veces más la financiación extra que necesitó el pasado año. De este modo, el devengo de la Seguridad Social con la Administración central ya alcanzó los 68.850 millones de euros tras el consumo de la primera línea de crédito, aunque ahora las previsiones sobre este saldo se desbordan con la noticia anunciada por el Consejo de Ministros: la deuda del Sistema se situará en los 105.000 millones de euros, un 8,75% del PIB. Ya que cabe recordar que a estas cifras, también se agregan los créditos concedidos desde el año 1992.