Golpe a los ahorros de los españoles por la caída de las bolsas

El revés de lmercado en marzo deja la rentabilidad media en negativo en 2020. Los expertos confían en que los de renta fija se recuperen de las pérdidas

El Gobierno ha dotado a los planes de pensiones de un nuevo supuesto de liquidez esta semana, dentro de un paquete de medidas que busca paliar el impacto económico del coronavirus: los trabajadores afectados por un ERTE podrán rescatar el dinero invertido en ellos. Sin embargo, el partícipe que se vea en la necesidad de recurrir a esta vía, lo hará en un momento en el que la mayoría de los planes de pensiones individuales pierde dinero este año.

Detrás se encuentra el revés del mercado en marzo, que ha borrado las ganancias acumuladas hasta febrero. Las pérdidas medias ajustadas al patrimonio acumulado en planes de renta variable, fija y mixtos alcanzan el 11% en 2020.

Según datos de Morningstar, hasta finales del mes de marzo, las pérdidas medias de estos vehículos en función de estas tres categorías oscilaban entre el 3%, de los más conservadores, hasta el 23% de los más arriesgados en el primer trimestre del año. Ese 3% se corresponde a los planes de pensiones individuales de renta fija, donde se concentra aproximadamente el 16% de un patrimonio que en febrero ascendía a 77.500 millones de euros, a pesar de que en los dos primeros meses del año, antes del coronavirus, los planes de pensiones acumulan prestaciones netas de 96 millones. En lo que atañe a los de renta fija, se trata de productos que, en las últimas semanas, “se han visto penalizados por la evolución de la deuda privada”, explica el equipo de pensiones de Ibercaja.

Aunque hubo una parte del mes en la que los públicos también fueron objeto de ventas, sobre todo los periféricos, presentes en muchas de las carteras de estos planes, el programa de emergencia del Banco Central Europeo, que incluye 750.000 millones de nuevas compras de deuda, adicionales a las que ya existían, ha restado presión sobre estos últimos. En la renta fija privada, en cambio, “no hemos visto aún mejoras sustanciales, aunque sí cierta estabilización”, añaden en Ibercaja. De ahí que los planes con este tipo de bonos en cartera acumulen pérdidas superiores al resto.

Confían en la recuperación

En cualquier caso, “es importante tener en cuenta que, en la medida en la que los emisores no tengan problemas para afrontar la devolución del principal con intereses, la rentabilidad está oculta en las carteras y, progresivamente, irá mostrándose a medida que el emisor amortice cada una de las emisiones”, aseguran en esta entidad. En su opinión, el tiempo juega a su favor, puesto que en el medio plazo “recuperaremos las minusvalías latentes que ahora vemos”. También confía en ello Josep Bayarri, director de análisis, inversión y productos de Arquia Banca. Apunta al caso de aquellos que invierten en bonos de alta calidad. “Cuando la pandemia mitigue su efecto, tendremos un mundo con tipos de interés prácticamente nulos durante mucho tiempo, y estas emisiones que han caído volverán a subir por que es el único sitio donde se puede ganar dinero”, asegura el experto.

“Las caídas de valoraciones de activos de renta fija ha sido muy pronunciadas y entendemos que no debería de ser un mal momento para invertir en un horizonte de largo plazo como es un plan de pensiones, pero hay que entender que en el corto plazo no podemos asegurar que las caídas puedan pronunciarse aún más”, asegura el equipo de Renta 4 Pensiones.

Ser fiel a nuestro perfil

A la pregunta de, si, dada la baja expectativa de rentabilidad para la renta fija, sería conveniente traspasar un porcentaje del plan de renta fija a uno de renta variable, esta gestora recuerda que “hay que ser consistente con el horizonte de jubilación”, y el peso a ambos activos debe fijarse en función de esto. “Antes de esta crisis se pudo tener la tentación de aumentar la ponderación en renta variable dada la poca rentabilidad que ofrecía la renta fija, lo cual hubiese supuesto un grave error. Se puede aumentar algo la exposición en renta variable, pero dichos movimientos nunca pueden ser drásticos, ya que si la incertidumbre en el comportamiento de la renta fija en el corto plazo es elevada, en bolsa lo es aún más”, añade el equipo de Renta 4.

Bayarri, por su parte, estima que “puede tener sentido para un inversor agresivo que tuviera una parte invertida en renta fija, pero si el inversor es conservador, lo más recomendable es que siga en un fondo adecuado a su perfil y espere a la recuperación. Por otro lado, a pesar que la caída en renta fija ha sido extrema, en renta variable aún no sabemos si lo hemos visto todo”.

La renta fija no ha amortiguado el golpe de la variable en las carteras. Los planes de pensiones que invierten en ambos activos (los mixtos, que son en los que se concentra la mayor parte del patrimonio) encaran pérdidas del 10% este año. Mientras que en los puros de renta variable ascienden al 23%.