Un futuro industrial y sostenible: oportunidad y reto

Podemos hablar desde el prisma de la oportunidad o del reto, como prefieran. El hecho es que la industria, y en concreto la industria vasca, está en un momento clave para su futuro. Tras un año donde superada, en principio, la pandemia, la guerra de Ucrania y sus consecuencias nos han vuelto a poner ante el espejo de la volatilidad y la incertidumbre en la que se mueve nuestro terreno de juego. Todos, y en especial, la industria electro y gas intensiva, hemos aprendido tres lecciones importantes.

La primera es la necesidad de la independencia energética para poder garantizar el suministro en nuestras empresas sin que se disparen los precios, y, a la vez, no ser cautivos de otros países. Es ahí donde la aceleración de la apuesta por las energías renovables –eólica, solar e hidrógeno verde- tiene un rol clave. La segunda es lograr tener una mayor predictibilidad de los precios de las materias primas que se necesitan, llegando a acuerdos internacionales para ello.

Y la tercera consiste en continuar el recorrido hacia una transformación sostenible orientada a reducir la huella ambiental gracias a las energías limpias, la innovación tecnológica y las inversiones. La industria necesita reinventarse, no sólo por supervivencia, sino por su compromiso con la sociedad y el planeta, y esto implica un cambio de mentalidad y gestión en todos los niveles.

El futuro es algo que se construye paso a paso, iniciativa a iniciativa. Exige estrategia y planificación para poder construir empresas más sostenibles y con menor impacto ambiental. Reclama innovación a fin de dar respuesta a los nuevos retos derivados de esta transformación que nos compete a todos, apostando por nuevas líneas de desarrollo, tanto para la mejora de procesos, como para las nuevas aplicaciones relacionadas con las energías limpias, como puede ser la cadena de valor del hidrógeno. Avanzar en esta línea dotará a la industria vasca de mayor competitividad.

Trabajemos, por tanto, para progresar día a día en nuestro objetivo creyendo en nuestras posibilidades y capacidades. Porque un futuro industrial sostenible es un reto a la vez que una oportunidad para reinventarnos.