Eriz Sainz Gurtubay, director del B Accelerator Tower (BAT): “La fiscalidad y la conexión con las empresas tractoras nos dan valor frente a otros hubs”

B Accelerator Tower (BAT) nace con el objetivo de ser el faro del emprendimiento y la innovación de Euskadi. El ecosistema de empresas y la conexión con ellas es su principal valor diferencial, junto a unas ventajas fiscales que incrementan su atractivo para los proyectos internacionales, explica su director, Eriz Sainz Gurtubay.

Con una concesión de gestión por 15 años en manos de PwC, en alianza con Talent Garden e Impact Hub, Eriz Sainz Gurtubay es el elegido por la Big Four para dirigir B Acellerator Tower (BAT). Tras seis meses de su inauguración, el centro de emprendimiento e innovación, promovido por Diputación Foral de Bizkaia, Ayuntamiento de Bilbao y Gobierno Vasco, ha logrado una serie de hitos -entre ellos una iniciativa con Google que presentará en los próximos días- que impulsarán su despegue este año. Sainz Gurtubay adelanta los proyectos para este 2023.

BAT nació para ser conector de Bilbao y Euskadi con el mundo en emprendimiento e innovación. En los meses que lleva en marcha, ¿cuáles son los objetivos logrados?

Por la parte del ecosistema, hemos avanzado en adhesiones de empresas, startups, agentes internacionales, etc. En el arranque había 30 startups y ahora hay 67 de diferentes tecnologías; y de 30 corporaciones se ha aumentado a 41. Iniciamos al 80% de ocupación y estamos prácticamente al 100%. Tenemos como socio a Google for startups, hemos atraído programas de aceleración como Startup Wise Guys (SWG), aceleradora de startups B2B, y hemos conectado con el centro tecnológico Tec de Monterrey (México). Contamos con una red de 100 inversores. Hay materia prima y mucho por hacer: lanzar más programas, alcanzar más alianzas internacionales y generar conexiones y valor. Este año será vital.

¿Qué colaboración tiene el centro con la parte educativa, tecnológica e inversora?

Tenemos en BAT a todas las universidades vascas, la mayoría de los centros tecnológicos, acuerdos con redes de inversores, etc. No interesa tanto que esté todo el mundo aquí, sino conectarles de alguna forma. Con la Universidad del País Vasco vamos a lanzar un programa para acercar patentes que tienen al mercado. Y los centros tecnológicos nos dan acceso a sus laboratorios para producir series cortas y podemos ceder esa capacidad a las startups.

BAT echó a andar con Google for Startups como socio. ¿Van a realizar alguna iniciativa en común?

Dentro de este acuerdo con Google a nivel estatal, vamos a presentar un proyecto a finales de este mes, un programa por un periodo determinado y con un contenido para las startups. Las tecnologías de Google son un modelo que queremos apalancar en las capacidades que tenemos en BAT. Aspiramos a que la colaboración sea periódica en el tiempo. Este programa es un hito importante para el proyecto BAT y van a venir profesionales de Google a explicarlo.

¿Cuál es la operativa para conectar internacionalmente y atraer proyectos?

Si son punteros o cunas de emprendimiento e innovación como Boston, Texas o Israel es difícil atraer proyectos; se realiza una prospección para conocer tendencias e incorporar alta tecnología a nuestro tejido empresarial. Aunque también surgen colaboraciones entre empresas de diferente índole. En Latinoamérica hemos conseguido materializar alguna oportunidad: en Chile y Colombia ya hay alguna startup que está implantada aquí. Y con el Tec de Monterrey, que sí tienen tecnología, pero tenemos mucho que ofrecer como país y como ecosistema.

¿Qué ofrece Euskadi a estas ‘startups’?

Variables básicas como educación y sanidad de calidad; somos un sitio natural para hacer de puerta entrada a Europa y adaptar su producto a este mercado; la conexión con la empresa, ya que el ecosistema de compañías que tenemos no lo tiene ningún hub. Incluso en Madrid y Barcelona es mucho más complicado tocar la puerta al responsable de innovación de Iberdrola o Tubacex que aquí, que están compartiendo espacio. A esto se suma el tipo de I+D puntera que desarrolla Euskadi. Este centro es, también, una estrategia, con ventajas fiscales que dan estabilidad, gracias a la reforma de enero de 2022. La capacidad fiscal que tenemos es una herramienta que no tienen muchos.

¿En qué se diferencia el centro de otros ‘hubs’ nacionales?

Hemos buscado apalancarnos en lo que somos buenos: tenemos empresas en ciertos sectores muy diferenciales, centros tecnológicos reconocidos y un nivel de capacitación y talento superior a otras geografías, incluso a nivel europeo. Barcelona tiene hubs muy potentes fundados por fundadores de startups vinculados a salud, universidad y tecnología, pero nosotros queremos competir donde somos fuertes como es en energía; no seremos el mejor hub del mundo, pero tenemos empresas tractoras internacionales y una cadena de valor que tienen estas compañías con todas sus tecnologías. Otros hubs como Málaga tienen herramientas diferentes y se centra en atracción de inversión en general, no solo en emprendimiento. Tiene mucho suelo, barato, pero no tiene nuestra capacidad con empresas tractoras, fiscalidad, etc. Nuestro foco está más pegado a la industria, energía y movilidad.

¿Cuándo prevé BAT tener capacidad activa de atracción de proyectos de otros polos?

El foco de las siguientes fases es más internacional: en la primera se trataba de articular el ecosistema y después vendrá la atracción y las misiones internacionales, porque es la forma de captar. Tenemos diez misiones previstas, entre ellas, la reciente que ha venido de Israel, en abril viene Tec Monterrey, después iremos a Italia, a Milán y Turín, a los campus de Talent Garden, con Colombia en junio, Chile en septiembre, Japón para noviembre, con Reino Unido, con Texas y Helsinki, y valoramos explorar Brasil.

Volvamos a la red de inversores que tiene el centro y los avances en este sentido.

La mayoría de los inversores con los que tenemos relación, más de 100, no son inversores de País Vasco y es una asignatura pendiente. Queremos impulsar un club de inversores y la parte fiscal nos va a ayudar con varias formas de impactar en el que invierte en una startup. Buscamos que nos den acceso, tienen información sobre la tecnología, las tendencias, tienen carteras de participadas donde se puede aportar el valor de estar con el cliente final, etc. Nos interesa tener una base de datos de inversores y que el que busque dinero, lo consiga fácil.

Un éxito del proyecto ha sido atraer un centro tecnológico de BBVA.

Sí, BBVA ha vuelto al lugar donde tuvo sus oficinas en Bilbao durante muchos años. Tener un cliente como BBVA Next Technologies es un lujo y oportunidad para atraer proyectos fintech. Dan mucha vida al centro, ya que arrancó con 40 personas de alta cualificación y llegará a 100 este año. Para ellos estar en este ecosistema es un activo para atraer y retener talento.

B Accelerator Tower es un centro de Bilbao y para Euskadi. ¿Qué tal ha sido la respuesta del resto de provincias vascas?

Es un proyecto de país con vocación internacional. No buscamos sustituir, reubicar o reemplazar iniciativas que existen ya, sino conectar. Queremos ser el faro de innovación y emprendimiento, con independencia de donde terminen los proyectos.

¿Cuáles son los objetivos fijados para 2023 y 2024 con la ampliación de instalaciones?

Este 2023 es relevante, porque vamos a ver con las misiones cual es el nivel real de atracción que podemos empezar a traccionar. Y 2024 en el primer semestre abriremos la fase dos del edificio. De cuatro plantas y 4.000 metros cuadrados vamos a ampliar a cinco plantas. Nos quedan dos más para la fase tres, un total de 11 plantas. Estamos apalancando proyectos para la segunda fase con zonas flex. Lo importante ahora es asentar lo que tenemos, atender a las empresas y darles startups que les aporten valor. Cuando estemos a cuatro-cinco meses de la apertura de la siguiente fase, seremos proactivos en la captación. Que vengan startups ya lo hemos demostrado, con las grandes corporaciones son procesos de mayor calado. Sí estamos en conversaciones y es posible que consigamos no reubicar la compañía, pero sí la parte de I+D de más de una.