Un cambio en el paradigma del talento: la Revolución Invisible

Hoy en día parece que las cosas no han cambiado con el paso de los años. La juventud es la portavoz cuando hablamos de cambios y evolución, aunque en algunos casos podamos estar más o menos de acuerdo. La realidad es que hacen que la sociedad se tenga que adaptar e innovar.

Estamos en un momento interesante, de incertidumbre social y política, y donde la gestión del cambio se ha convertido en protagonista. La flexibilidad y la capacidad de adaptación son una necesidad. Nos preguntamos si está cambiando el mercado laboral y las motivaciones de los profesionales. Pero lo que estamos viviendo realmente es un cambio en el talento.

En PageGroup hemos realizado el estudio Talent Trends 2023, el cual confirma que todo lo relacionado con talento y empleo está cambiando; tanto por las generaciones entrantes como por las que cuentan con cierto expertise.

Hay algunos datos que me gustaría compartir: el 55% de los profesionales está en búsqueda activa o considera que lo estarán en los próximos 6 meses; el 92% está abiertos a un cambio; el 56% de los trabajadores rechazaría una promoción si considera que le va a perjudicar en su bienestar, independientemente del aumento salarial, y el 70% de l@s emplead@s elegiría salud mental y equilibrio entre vida personal y profesional frente a un plan de carrera.

Todo esto, ¿a qué se debe? A que los jóvenes y no tan jóvenes buscan cosas diferentes de lo que han buscado generaciones anteriores, y eso provoca que sus motivaciones y sus fines profesionales y vitales también lo sean.

La Revolución Invisible ha venido para quedarse. La alta rotación es y será un elemento permanente de la nueva era del talento. El cambio no solo es resultado de la pandemia o de otros factores externos que producen cambios, sino de una evolución más amplia de las expectativas del talento.

El talento ya no espera permanecer en un puesto, espera que su compañía cumpla con lo que le importa. De lo contrario, no dudará en buscar otras oportunidades. Debido a este reajuste del equilibrio entre la vida laboral y personal, la cultura de empresa ha cambiado, y no ha sido por decisión de la propia compañía.

Ahora el talento prioriza su propio valor, y encontrar una mejor oportunidad en otro lugar se vuelve más atractivo que pedir un aumento de sueldo. No solo se trata de que el equilibrio entre el trabajo y la vida personal sea más tangible que nunca, sino que ahora las personas evalúan de manera constante sus trabajos en base a una ecuación de valor clara: remuneración + desarrollo profesional + flexibilidad.

La responsabilidad ahora recae directamente sobre las compañías en aceptar estos aspectos esenciales y crear una experiencia única para los trabajadores.

Nuestro estudio destaca el salario como un área importante que las compañías deben entender. Una evaluación comparativa detallada permitirá a las empresas influir en la atracción y fidelización de talento. No acertar con el salario supone el riesgo de cerrar la puerta al talento: l@s emplead@s son muy conscientes de su valor y actuarán en consecuencia. Esto es aún más crucial debido a la escasez de candidat@s en muchos sectores, escasez que se espera que siga aumentando debido a la baja natalidad que tenemos.

Por todo esto, las compañías debemos trabajar en nuestras políticas de captación y fidelización del talento. Siempre debemos tener en cuenta las necesidades y los valores de las personas. Hoy en día, el 45% de los profesionales que reciben una oferta de empleo acaban rechazándola, en muchas ocasiones incluso después de haberla aceptado. ¿Hay falta de compromiso por parte de l@s candidat@s? ¿Estamos enfocando correctamente las ofertas de empleo? ¿Deberíamos pensar como un candidat@?

En conclusión, es crucial que las compañías no solo reconozcan los cambios en las motivaciones y expectativas de los profesionales, sino que también se adapten y replanteen su modelo de gestión del talento. Esto implica realizar una evaluación exhaustiva de la estructura salarial y asegurarse de ofrecer una remuneración competitiva que refleje el valor y las habilidades de l@s emplead@s.

Además, es fundamental definir claramente la cultura corporativa y la propuesta de valor de la empresa. Esto implica establecer valores y principios que guíen las acciones y decisiones de todos los miembros de la organización, así como comunicar de manera efectiva estos aspectos a los posibles talentos. Una cultura corporativa sólida y una propuesta de valor atractiva ayudarán a atraer y retener a profesionales altamente cualificados.

Asimismo, las compañías deben considerar la importancia del equilibrio entre la vida laboral y personal. Cada vez más emplead@s valoran la flexibilidad y buscan un entorno laboral que les permita mantener una buena salud mental y un equilibrio satisfactorio entre su vida personal y profesional. Integrar políticas y prácticas que fomenten este equilibrio será fundamental para atraer y fidelizar el talento.

En resumen, para enfrentar los desafíos del cambio en el mercado laboral y las expectativas de los profesionales, las compañías deben ser proactivas en su gestión del talento. Esto implica realizar ajustes en la estructura salarial, definir una cultura corporativa sólida y promover un equilibrio saludable entre la vida laboral y personal.

Al adaptarse a estas nuevas realidades, las empresas podrán atraer, fidelizar y desarrollar el talento necesario para sobresalir en un entorno empresarial altamente competitivo y en constante evolución.