Irizar prevé volver a beneficios este año con un negocio de 780 millones

Tras tres ejercicios de ‘vacas flacas’ debido a la pandemia, el fabricante de autobuses guipuzcoano espera recuperar la senda de la rentabilidad al cierre de 2023. Así, Irizar estima alcanzar una facturación de 780 millones, con lo que superará sus cifras de 2019 y producirá 3.100 unidades en todas sus plantas.

El sector del transporte y la movilidad ha atravesado un duro periplo para recuperar la actividad tras el azote ocasionado por la pandemia. El más que centenario Grupo Irizar -fundado en 1889- no ha sido una excepción.

Tras un año récord en 2019 con una facturación superior a los 760 millones, el negocio del fabricante de autobuses con sede en Ormaiztegi (Gipuzkoa) cayó casi un 40% en 2020, mochila que ha arrastrado durante los siguientes ejercicios. “Hemos comenzado esa senda de recuperación en 2022, ya que hemos acabado con 637 millones de negocio y prevemos terminar 2023 con un récord que superará a la prepandemia de 780 millones”, explica Imanol Rego, director general de Irizar desde septiembre del pasado año y que antes dirigió durante dos años Irizar e-mobility, la división de electromovilidad del grupo vasco.

No solo espera Irizar un buen año en cuanto a facturación se refiere: “Tras tres años de pérdidas consecutivas, este 2023 esperamos que sea el primero con resultado positivo desde 2019”, comenta Imanol Rego.

Disrupción de la cadena de suministro

A pesar de prever un buen ejercicio, la actividad de Irizar sigue afectada por la disrupción en la cadena de suministro, “que, aunque va mejorando sigue aún complicada. Se inició en la parte de transporte, precio, fletes marítimos, después con los componentes electrónicos, etc. Hemos podido seguir fabricando, por la tipología de fabricación, sin paradas técnicas”, comenta el director general del grupo. A esta situación se ha unido la inflación, con incrementos de coste importantes, “que trabajamos para continuar paliándolos y no trasladar todo al ajuste al cliente, perdiendo margen”.

Irizar es un grupo empresarial con 3.000 trabajadores y presencia internacional, que concentra su actividad en los sectores de transporte de pasajeros, electromovilidad, electrónica, motores y generadores eléctricos, conectividad y energía. Cuenta con dos instalaciones productivas en Gipuzkoa: la sede en Ormaiztegi, centrada en vehículos interurbanos y de larga distancia, y en Aduna, para eléctricos urbanos.

A lo largo de su actividad empresarial, Irizar ha integrado diversas compañías como Alconza, de motores eléctricos, Datik, dedicada a la conectividad, Hispacold, especializada en climatización, Masats, fabricante de puertas eléctricas y Jema, de electrónica de potencia, además del centro de investigación y desarrollo del grupo, denominado Creatio.

Así mismo, Irizar tiene 13 plantas distribuidas en Marruecos, México, Brasil, Sudáfrica y Australia, y filiales comerciales en Estados Unidos, Francia, Reino Unido e Italia.

Ganar en eficiencia y sinergias

Con esta configuración, el director general del grupo descarta nuevas integraciones o adquisiciones de compañías: “Tenemos todos los mimbres para construir el futuro. Trabajamos en optimizaciones de la cadena de valor y en el portafolio de tecnologías. Hay que ganar en eficiencia y buscar sinergias transversales a nivel de grupo, aprovechando todos los conocimientos que tenemos”, asegura Rego.

En cuanto a la cartera de pedidos actual de Irizar, su visibilidad llega a 2024 en todas las tecnologías, “en algunas actividades hasta abril-mayo y en urbano eléctrico hasta el segundo semestre del próximo año. A nivel global tenemos unas 1.500-1600 unidades en cartera, el 25% de ellas 100% eléctricas”, puntualiza el directivo del grupo.

El objetivo de producción mundial para el conjunto de 2023 es llegar a unas 3.100 unidades para todas las categorías: vehículo urbano, interurbano, larga distancia y todas las tecnologías: autobuses completos y carrozados, diésel, híbrido, gas comprimido, licuado, eléctrico, etc.

“No es nuestro techo, ya que hemos invertido para tener mayor capacidad. Pero somos selectivos y nuestro reto no es la fabricación masiva, sino que creemos en un crecimiento sostenible y de acompañamiento al cliente. Son concursos públicos y la gran mayoría de las veces renovamos”, matiza Imanol Rego. En este sentido, Irizar e-mobility ha firmado un nuevo contrato con Orleans Métropole (Francia) para el suministro de siete autobuses 100% eléctricos, cero emisiones del modelo Irizar ie tram.

Desde el punto de vista de mercado, Irizar está focalizada en Europa, en México, Sudamérica, África y Australia. “Tenemos unos planes de expansión geográfica en los países en ese perímetro”, explica el director del grupo vasco.

El tema de la electrificación se está dando más en el caso de China, Sudamérica y Europa y en transporte urbano. “Por primera vez fuera de Europa hemos logrado un pedido de 32 unidades de la flota de ie tram en Mérida (México), aunque los vehículos eléctricos se fabricarán aquí. Todos los eléctricos se fabrican en Euskadi”, puntualiza Rego. En México, el negocio de Irizar crecerá más del 52%.

Hidrógeno, en homologación

Irizar está invirtiendo en diferentes tecnologías. Sobre el hidrógeno el grupo está en fases de prototipo y preparación, así como en homologación técnica y prevé que se pueda comercializar ya en 2024. “El hidrógeno tiene sentido para suplir la carencia del vehículo eléctrico al no poder realizar un rango superior a 600-700 kilómetros y el hidrógeno sí lo puede realizar. Nosotros vamos a lanzar un vehículo de gama alta de larga distancia”, comparte el director general de Irizar.

“El objetivo es ir al rango máximo que se pueda conseguir en distancia en hidrógeno. ¿Qué podríamos hacerlo en corta distancia? Por supuesto. Pero ahí nuestra estrategia es vehículo eléctrico, porque creemos que el desafío técnico y tecnológico con el hidrógeno se encuentra en la larga distancia, para descarbonizar de forma sostenible”, concluye Rego.