Lufe triplicará su fábrica al crecer un 80% y un 60% sus ventas en dos años

Tras crecer un 80% en 2022 y prever un 60% para este año, el fabricante de muebles tendrá que trasladarse a una nave de 20.000 metros para atender su alta demanda.

Tras ocho años de actividad, Lufe, fabricante de muebles low cost que vende sus productos directamente a cliente vía online, afronta una nueva etapa de crecimiento que le obliga a estructurar la empresa, sus equipos y planificar una estrategia para acometer los proyectos futuros.

Sus ventas crecieron un 80% el pasado año 2022, hasta los 10 millones de euros, y la compañía prevé que este ejercicio se eleven un 60% y llegar a un negocio de 16 millones. “A este ritmo nos veremos en la necesidad de ampliar nuestras instalaciones, al alcanzar los 20-25 millones en uno o dos ejercicios”, explica Enrique Arrillaga, fundador de Lufe.

Hace tres años, el fabricante invirtió cinco millones en una nave de 6.000 metros cuadrados en Aizarnazabal (Gipuzkoa), pero el crecimiento de la demanda le lleva a pensar en adquirir unas nuevas instalaciones de entre 15.000 y 20.000 metros cuadros. “Cuando compramos la nave actual pensábamos que estaríamos aquí para toda la vida y ya se nos está quedando pequeña. Todavía podemos seguir hasta unos 25 millones de facturación, pero al ritmo que vamos podemos alcanzar ese negocio pronto”, comenta Arrillaga.

De 7.000 a 50.000 visitas diarias

La web de Lufe registra unas 7.000 visitas diarias que le lleva a recibir alrededor de 200 pedidos. “Soñábamos con vender 30.000 euros al mes y ahora vendemos 30.000 o 40.000 euros al día”, recuerda el fundador de la compañía guipuzcoana. Además, tras una campaña en la que ha ofrecido muebles feos a un euro través de un pop up store en San Sebastián y vía web, las visitas han ascendido a 50.000 entradas lo que disparará aún más sus pedidos y crecimiento.

Pero, ¿en qué se basa el éxito de este modelo de negocio? “Fabricamos y vendemos al cliente final, esa es nuestra diferenciación. Y esto es muy difícil frente a los grandes fabricantes”, aclara Arrillaga. “Elaboramos lo que vendemos y ya hemos cobrado”.

Sus muebles son fabricados con materia prima autóctona, madera natural de pino procedente de los bosques vascos. Su plantilla está formada por 48 trabajadores, y sus proveedores son de proximidad, generando riqueza en el entorno que desarrolla su actividad. La logística está subcontratada a agencias de transporte, para mover una media de 2.000 bultos diarios.

Mercados y objetivos

El principal mercado de Lufe es el español donde vende el 90% de su producción. Por comunidades autónomas, Cataluña lidera con el 23% del total, seguido de Madrid, con un 17% y País Vasco, con un 12%. “Los catalanes son los que más están valorando el ecologismo, la sostenibilidad y la economía circular de nuestro producto”, opina el fundador de la compañía. El perfil de cliente de Lufe es mujer de 46 años, pero lo cierto es que le compran particulares, campings, alojamientos rurales y hoteles.

En Portugal también distribuye su producto y Francia es su objetivo principal para este año, con vistas a abordar después otras geografías europeas como Italia, Alemania o Gran Bretaña en 2024.

Sobre la posibilidad de poner en marcha alguna tienda física, Enrique Arrillaga lo tiene claro: “No, porque nuestros productos no aguantan los costos de una comercialización tradicional. Todos los estudios nos dicen que no es rentable”, concluye.