Sin miedo a los fantasmas

Parece que todos los pronósticos y perspectivas económicas coinciden en que el fantasma de la recesión se aleja de Euskadi y España para el recién iniciado 2023. Pero tampoco se puede respirar demasiado tranquilo, porque las incertidumbres presentes en la economía mundial pueden ponernos en la cuerda floja en cualquier momento. Esto también lo indican las mismas previsiones de los diferentes organismos institucionales, empresariales y financieros.

Sí, el primer semestre del año seguirá siendo entretenido y la desaceleración de la actividad será la tónica, aunque la inflación irá cediendo terreno a la baja para alivio generalizado. No obstante, habrá que seguir tirando de los ahorros, esos que se incrementaron en 2020 y 2021 gracias o por desgracia de la pandemia.

En la parte positiva de la balanza también está la creación de empleo, que continuará durante el presente ejercicio. La explicación a este mantenimiento de los puestos de trabajo se debe -según al Departamento de Estudios de Laboral Kutxa- a la confianza del empresario en que la actividad repuntará y que esa mano de obra será difícil de conseguir, si ahora se prescinde de ella.

Otro aspecto favorable para este año en curso es que las inversiones empresariales seguirán activas, a pesar de las subidas de los tipos de interés, -que según Bloomberg quedan otros dos incrementos más hasta el próximo julio-, de la anteriormente mencionada y omnipresente desaceleración y del retraso en la llegada de los fondos NextGeneration.

La empresa resiste, como señala la patronal vasca Confebask, pero la reducción de márgenes y la consiguiente pérdida de rentabilidad puede acabar con su resiliencia. Por esta razón, reclama al Ejecutivo vasco intensificar las ayudas a las empresas que están en peor situación.

Queda por delante un año de trabajo y esfuerzo, de confiar y resistir, y lograr así volver a subir la temperatura del termómetro de la economía vasca, ese que elabora el Departamento de Economía y Hacienda y que se mantiene en zona de crecimiento sólido al finalizar el año, pero que se ha dejado en el camino de ese bélico 2022 una gran parte de su recuperación.