Oportunidades de energías renovables en África. Energía solar

Como escribí en mi primer artículo: “África es la mayor responsabilidad de Europa y también la mayor oportunidad”. Aunque en esta tribuna me voy a limitar a asuntos de la energía renovable solar.

La Agencia Internacional de la Energía afirma que África tiene el 60% de los mejores recursos solares del mundo, pero solo está explotada el 1% de su capacidad, por lo que el potencial es enorme. África es conocida por tener la mayor reserva de tierras raras, necesarias para las tecnologías “verdes”. Por tanto, es innegable que África forma parte de la solución energética y climática mundial.

La Agencia Internacional de Energías Renovables, IRENA por sus siglas en inglés, afirma lo siguiente en su informe de 2022: El mayor potencial del planeta para la generación de energía solar se concentra en África. Este continente recibe, por término medio, una irradiación solar de 2.119 kilovatios-hora por metro cuadrado (kWh/m2) al año, y la mayoría de los países situados en África Septentrional, Occidental y Meridional reciben, por término medio, un excedente de 2.100 kWh/m2 al año. IRENA calcula un potencial técnico de energía solar FV de 7.900 GW en el continente, lo que da una idea de las amplias posibilidades de generación de esta energía. La solar es actualmente la fuente de energía con el crecimiento más rápido en África. Entre 2011 y 2020, la capacidad de energía solar registró, por término medio, una tasa compuesta de crecimiento anual del 54%.

Solamente cubriendo menos del 1,5% de la superficie del Sahara con paneles solares podemos solucionar las necesidades mundiales de energía en forma de electricidad directa o bien en forma de hidrógeno verde a unos costes muy competitivos respecto al hidrógeno gris o azul. Ya hay múltiples iniciativas para producir energía solar barata y limpia en África y también hidrógeno verde para transportar esta energía donde no se pueda alimentar directamente.

El desarrollo industrial que propongo y estoy promoviendo para África hará que gradualmente estos recursos se pongan en marcha, demostrando que la energía nunca será un problema para el desarrollo de África, pero sí es y será una gran oportunidad para África y para Europa.