ChatGPT, cómo aprovechar sus ventajas y evitar sus problemas

Como manda la actualidad, voy a escribir sobre ChatGPT y sus sucesivas evoluciones. Esta evolución de la inteligencia artificial ha logrado un grado de desarrollo que supera a muchos humanos y que puede superar casi todos los exámenes por complicados que sean, especialmente si se usa utilizando las preguntas (que llamamos prompts) adecuadas y que fundamentalmente son: escribe; actúa; crea; lista; tabla; traduce; resume; ideas; define y analiza.

ChapGPT es un magnífico instrumento para aprender, pero lo malo es que sea utilizado para engañar, es decir para simular que se sabe lo suficiente para pasar un examen que te da acceso a un reconocimiento como experto en algo. Por ello, desde la existencia de estos instrumentos debemos cambiar la manera de evaluar y examinar para garantizar que la persona evaluada está preparada para obtener la certificación correspondiente y que no se limite a copiar lo que le dice ChatGPT, sino que exprese sus conocimientos.

Podríamos pensar como única solución hacer exámenes orales individuales con preguntas distintas para cada persona, pero, si en el lugar en que hacemos el examen hay señal de teléfono, wifi u otros medios de comunicación no podemos garantizar que el alumno no se limite a repetir lo que le dice ChatGPT a través de las gafas y de minúsculos receptores. La mejor solución sería hacer exámenes y evaluaciones en salas aisladas de cualquier medio de comunicación y con preguntas preparadas cuando los alumnos están en la sala, para evitar descargas de respuestas antes de entrar, lo que sucedería si ya saben las preguntas.

Preparar estas salas en cada centro no sería ni complicado ni caro, pero en el caso de la enseñanza y las evaluaciones online, la solución sería salas aisladas en varias ciudades de cada país, a las que cada alumno debería acudir obligatoriamente para examinarse, sin permitir fugas de las preguntas antes de entrar ni respuestas después de salir de la sala, ni siquiera un milisegundo después.

La solución no es prohibir o ignorar un avance tecnológico tan importante como este, sino fomentar su utilización para aprender más rápidamente y evitar su uso para engañar obteniendo títulos que no corresponden al conocimiento real.