Anticimex crece en el mercado vasco con la adquisición de Euskal Falcon
Especializada en el control digital de plagas y en sanidad ambiental, la empresa cumple diez años en el mercado español donde prevé seguir creciendo. Para ello, destinará 10 millones en 2023 a adquisiciones de compañías que amplíen sus servicios. Su primera operación: la compra de la vasca Euskal Falcon.
Anticimex, empresa sueca de control de plagas y sanidad ambiental presente en 21 países, se implantó en el mercado español en 2013 y tiene su sede central en Sant Cugat del Vallés (Barcelona). En una década cuenta con 24 delegaciones físicas en todas las comunidades autónomas, Baleares y Canarias incluidas, y una plantilla de 650 empleados. Ofrece sus servicios a más de 30.000 clientes en todo el territorio.
La compañía cuenta con un sistema inteligente que no utiliza biocidas y combina las nuevas tecnologías con la gestión de datos para controlar digitalmente las plagas respetando el medio ambiente. Dispone de más de 20.000 dispositivos Smart instalados en el Estado.
Crecimiento en 2023
El director general de Anticimex España, Josep Valls, adelanta a elEconomista.es la estrategia de crecimiento para 2023, ejercicio en el que sopla 10 velas en el mercado nacional. “Estamos muy orgullosos de los hitos logrados en estos años y del fuerte crecimiento experimentado”. Anticimex España se fundó con una plantilla de 250 personas y siete delegaciones y hoy tiene 24 y 650 personas. “Y seguiremos creciendo a lo largo de los próximos años”, afirma Josep Valls.
En este sentido, la compañía analiza todas las oportunidades del mercado para seguir creciendo, tanto de forma orgánica como a través de operaciones financieras. “Estas adquisiciones deberán aportar al cliente soluciones innovadoras, nos permitirán incrementar la presencia en el territorio y sumarán una mayor especialización, diversificando nuestras soluciones. En 2023 tenemos previsto realizar adquisiciones con crecimiento y en nuestro portfolio hay 10 millones para este fin”, asegura el director general de Anticimex.
La primera operación se ha producido ya con la compra de Euskal Falcon, empresa vizcaína especializada en la gestión sostenible de la población de aves en áreas urbanas. Con 20 años de trayectoria, la firma empezó a operar dando servicio al Athletic Club de Bilbao, convirtiéndose en la primera a nivel nacional en el uso de cetrería y otras técnicas de control de aves para campos de fútbol.
“La adquisición de Euskal Falcon nos consolida como expertos en gestión de fauna y en el diseño de proyectos para desarrollar el equilibrio de la biodiversidad y fomentar aquellas especies con un papel fundamental en el control biológico. A modo de ejemplo, una pareja de lechuzas puede llegar a capturar 15.000 roedores en un año”, detalla Valls.
Esta es la segunda compra que realiza Anticimex en Euskadi, la primera fue en 2016 con la integración de CPU Ambiental. Anticimex Cantábrica, con sede en Amorebieta (Bizkaia), da servicio a la zona norte, Cantabria incluida, y tiene 60 trabajadores.
Más de 50 millones de negocio
Anticimex cerró 2022 con una facturación de 44 millones de euros, frente a los 49 millones de 2021. “Este pequeño descenso se explica por el aumento excepcional de proyectos de desinfección durante 2020 y 2021 a causa de la pandemia. Sin tener en cuenta estos ingresos excepcionales, el ritmo de crecimiento es del 8-9% de forma lineal”, aclara el director general. El objetivo para 2023 es superar los 50 millones de negocio.
Por su parte, la delegación en el País Vasco cerró 2022 con una facturación de tres millones y para este año prevé un crecimiento del 10%. “Contamos con una cartera de más de 2.000 clientes en el ámbito privado y más de 60 ayuntamientos y entidades públicas de Euskadi trabajan con Anticimex”, asegura su directivo principal.
Dentro de su estrategia de especialización, Anticimex está impulsando el área de Investigación y Desarrollo, a la que dedica un 5% de su facturación para desarrollar nuevos productos y soluciones. Dispone de dos laboratorios de I+D+i, situados en Barcelona y Dinamarca, donde investiga medidas de control de plagas “más eficaces, seguras y respetuosas con el medio ambiente”, explica Valls. También colabora con universidades, laboratorios y centros de investigación con la misma finalidad.