Crecimiento, incluso en 2023

No pinta bien para la economía, con una guerra que se prolonga ya más de 200 días, una crisis energética que se agudiza y todo con la mayor inflación de los últimos 35 años. Toca revisar a la baja todas las expectativas de crecimiento económico previstas para este año 2022 y para el próximo 2023.

Euskadi lo hará en los próximos días, según lo ha anunciado el consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, aunque en un tono menos alarmista de lo esperado. De hecho, considera que este ejercicio frente al 4,5% de crecimiento estimado, se quedará en poco menos y será superior al 4%.

El responsable de la economía vasca ha destacado que han crecido las exportaciones, el turismo y, por ende, las pernoctaciones, y que esos datos hacen que se pueda seguir pensando en positivo. “Los datos nos permiten mantener una posición optimista en cuanto a crecimiento, aunque con prudencia por el entorno. Todo es factible, incluso una recesión”, ha afirmado Pedro Azpiazu.

Por eso, toda la incertidumbre se está concentrando para el año 2023, así como las mayores rebajas en las previsiones. Pero aún así, Euskadi prevé crecer por encima del 2%. Con esas nuevas previsiones, el departamento de Economía y Hacienda se pondrá manos a la obra para elaborar los presupuestos de 2023.

También necesitará los datos de recaudación hasta agosto -los acumulados hasta julio apuntan maneras- y las previsiones de cierre de ejercicio.

A juicio del consejero de Economía, con las cuentas públicas del próximo año también deberá hacerse “un esfuerzo en inversiones, para hacer frente a los retos de país y financiar adecuadamente salud, educación, políticas sociales”. Pero todo eso hay que hacerlo desde la sostenibilidad de las cuentas.

Respecto a la deuda del Gobierno Vasco, Azpiazu ha recordado que “es baja y sostenible” y con el compromiso, además, de ir reduciéndola. “Iremos endeudándonos menos de lo que vamos a amortizar. En 2024 habrá una vuelta a las reglas de estabilidad presupuestaria”, ha explicado.

También es partidario de un pacto de rentas y considera que es una clave para reducir la inflación. “Es mejor una solución pactada. Un pacto equitativo, teniendo en cuenta las características de las empresas, y que en un futuro se compense”. Azpiazu asegura que el Gobierno vasco tiene capacidad de actuación en su ámbito, pero puede fijar su posición e impulsarlo.