No vuelvas a dejar para mañana, lo que puedas hacer hoy

Es terrible y angustiosa la situación que vive el mundo con la guerra en Ucrania. Vladímir Putin no solo está atacando a este país gobernado por Volodímir Zelenski, un actor y comediante, pero también licenciado en Derecho, sino que arremete contra el continente europeo, contra la OTAN y contra el equilibrio de todo el planeta.

Sin entrar en el drama humano, que es deplorable, este conflicto está dejando al desnudo las debilidades y carencias de la política energética europea. Ha habido varios lustros para avanzar en esta materia y reducir la dependencia energética del gas ruso y africano. Sin embargo, en pleno siglo XXI, Europa sigue en manos de terceros para un bien tan vital y necesario para su economía y su tejido empresarial e industrial. Y lo va a pagar muy caro, nunca mejor dicho.

La gran apuesta de las energías renovables está todavía a años luz de poder cubrir el consumo energético del Viejo Continente. Cierto que su despliegue se acelerará ahora, cuando la necesidad aprieta. Pero mientras tanto, no hay alternativa en el camino para no tener que depender de suministros externos.

Si se quiere hacer una transición del petróleo y del carbón hacia las energías limpias, lo lógico es tener una energía fósil más limpia como es el gas, por ejemplo, para el trayecto. Pero en Europa no hay nada y ahora se sufren las consecuencias, con precios energéticos desorbitados que vuelven a doblegar a la recuperación y a la competitividad.

Desde Euskadi, el lehendakari Iñigo Urkullu ha lanzado una propuesta para empezar a enmendar este lamentable panorama, teniendo en cuenta que la dependencia vasca es del 90%, es decir, solo puede autoabastecerse en un 10%, una tasa muy inferior al 32% de España y al 43% de media europea.

Urkullu propone la creación de una Unión Energética en Europa, para alcanzar la seguridad de suministro mediante la cooperación regional y la diversificación de las fuentes de energía. Asimismo, plantea que se declaren las instalaciones renovables como bienes de interés público para que pueden ser desarrolladas con más rapidez, eso sí, bajo estricto cumplimiento de normativa ambiental. También solicita el presidente del Gobierno vasco medidas coordinadas por parte del Gobierno español y la Unión Europea para mitigar el impacto de esta situación: activar recursos que permitan mantener la competitividad y desacoplar el coste de la electricidad del precio de referencia del gas.

No es para hoy, para el corto plazo, pero sí para el mañana. Pero mejor no volver a dejar para mañana, lo que puedas hacer hoy.