En peligro unos 5.300 millones en comercio, el 8% del PIB vasco

El conflicto bélico entre Ucrania y Rusia ya está impactando en el comercio de Euskadi con estos países y con los de su entorno. Unos 5.300 millones, el 8% del PIB vasco, están en la ‘cuerda floja’.

La invasión de Ucrania por parte de Rusia está colapsando la economía mundial, cuando todavía no había logrado salir totalmente de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus. Este conflicto bélico, que supone un varapalo al ánimo y a la confianza general, ha disparado la inflación y los costes de la energía -situando a Europa en una emergencia energética debido a su dependencia-, de las materias primas, logísticos y de transporte, y, además, a nivel financiero, la incertidumbre de los mercados también prevé que el acceso a la financiación sea más caro y que se paralicen las inversiones en marcha.

Ante este panorama, el Gobierno vasco ha analizado con los diferentes clústeres sectoriales el impacto económico que esta guerra puede ocasionar en la actividad de las empresas vascas, que ya se está dejando sentir, sobre todo, en las compañías más orientadas a la exportación, como las dedicadas al petróleo, al gas y a la máquina-herramienta.

Importaciones de materias primas

Las exportaciones de Euskadi a la zona en guerra (Rusia y Ucrania) ascendieron en 2021 a 292 millones de euros y las importaciones fueron de 1.540 millones de euros. Las empresas venden allí componentes de automoción, maquinaria mecánica y caucho, e importan, principalmente, materias primas. Ahora el comercio con ambos países entra en riesgo por la guerra.

Pero no solo está en peligro el comercio con Rusia y Ucrania. Hay que tener en cuenta que en la zona de conflicto hay otros doce países, que podrían verse implicados en una expansión del ataque: Hungría, Polonia, Finlandia, Suecia, Moldavia, Estonia, Letonia, Lituania, República Checa, Eslovaquia, Rumanía y Bielorrusia.

En este caso, incluyendo a los países anteriores, las exportaciones vascas afectadas ascenderían a 2.300 millones y las importaciones, a 3.000 millones, es decir, unos 5.300 millones de comercio vasco en peligro, lo que supone aproximadamente un 8% del PIB de Euskadi.

Más de 230 implantaciones

Según los datos que maneja el Ejecutivo autonómico, 32 empresas vascas tienen implantaciones en Rusia, con un total de 36 ubicaciones, de las que 13 son productivas y 23 comerciales. Por el contrario, en Ucrania hay únicamente tres oficinas comerciales, por lo que el riesgo se ve limitado. En los doce países potencialmente más afectados citados anteriormente, incluyendo también a Rusia y Ucrania, existen 119 empresas vascas con 235 implantaciones, de las que 117 comerciales y 118 productivas.

Las compañías se enfrentan a problemas en Rusia y Ucrania, especialmente en el país de Putin, con sanciones y riesgos comerciales debido a la devaluación del rublo, la inflación, etc.

Además, Rusia ha definido una serie de “países hostiles”, entre los que se encuentra España. Todas las transacciones y operaciones que realicen las empresas rusas con la ciudadanía y las firmas de estos “países hostiles” deberán ser aprobadas por la comisión gubernamental para el control de la inversión extranjera de Rusia.

Principales afecciones

Las grandes multinacionales siguen anunciando, bien su salida de Rusia, bien la venta de participaciones que tienen en empresas locales o planes para deshacerse de los activos en los que llevaban invirtiendo casi tres décadas. El movimiento afecta especialmente a los fabricantes de coches, a los productores de petróleo y energéticas y a la industria logística.

En este sentido, el conjunto de la industria vasca está preocupada por afecciones a corto/medio plazo como el incremento de los precios de las materias primas y la energía, que tendrá un impacto directo en la cadena de producción, ocasionada por la subida de los costes y la dependencia del suministro de productos básicos. Esto provocará desajustes en la cadena de suministro y paradas de producción, también debido a las tensiones financieras.

En cuanto a la logística, el cierre del espacio aéreo conlleva más horas de tránsito en los vuelos intercontinentales, el tráfico marítimo hacia Ucrania está cancelado, las principales navieras de contenedor han suspendido reservas para puertos rusos y las fronteras para el transporte por carretera en Ucrania están cerradas, salvo para ayuda humanitaria.

“Por ello convendría a las empresas buscar alternativas en el corto plazo para el transporte de mercancías en rutas alternativas o nuevos proveedores de materias primas, por ejemplo, el suministro de gas licuado transportado por barco. De esta manera la crisis generará un menor impacto en los costes de producción y en el precio que asume el cliente final, manteniendo el consumo e impidiendo frenar el crecimiento”, explica Fátima Álvarez Bilbao-Goyoaga, asesora de adquisiciones y operaciones en LKS Next.

Materiales para automoción y maquinaria

Europa importa de Rusia más de un 10% de metales como por ejemplo paladio, aluminio y níquel, materiales necesarios para la producción de catalizadores para el sector de automoción o los componentes para la fabricación de equipos y maquinaria.

Ucrania, además, es el principal exportador de aceite de girasol, maíz y trigo, productos clave para la fabricación de fertilizantes usados en la ganadería y en la elaboración de conservas en aceite, que se han encarecido y está afectando a un sector que lleva arrastrando problemas de rentabilidad en el último año y que ve mermada su actividad.