Confianza, la madre de todas las batallas

Ken Robinson en su magnífico libro El Elemento nos hablaba de la importancia de encontrar aquello que realmente nos apasiona: ”Algunos elementos para nuestro desarrollo los tenemos en el interior, deberíamos potenciar nuestras aptitudes naturales y las pasiones personales”. Sin duda, la pasión es uno de los eslabones más importantes de la cadena, pero es la confianza que tengan en ti, ni siquiera en tu producto o servicio, -eso llegará después-, la que posiciona y eleva tu negocio, la que genera relaciones duraderas.

Estamos viviendo momentos de máxima tensión en los mercados, soportando fuertes volatilidades. La gran incertidumbre en la que están sumidas las economías mundiales, especialmente la rusa y la europea, nos ha llevado a ver variaciones intradiarias de más de un 9% en algunos de los principales índices. La resolución del desenlace bélico no será inmediata y las repercusiones futuras agravan la inquietud. Todo apunta a una inflación desbocada durante un largo periodo. Probablemente, la suma de todos estos acontecimientos haga cambiar a los bancos centrales el ritmo de la “normalización monetaria” prevista.

Es precisamente cuando nos enfrentamos a estos acontecimientos, cuando debemos preguntarnos si teníamos bien hechos los deberes como inversores, para garantizar nuestra salud financiera: ¿el perfil de riesgo era el adecuado? ¿Las inversiones estaban bien diversificadas? ¿Era realmente la visión de largo plazo?

Durante todo ese proceso previo, pero con mucha mayor intensidad “cuando baja la marea”, las personas necesitan acompañamiento personalizado, sincero, una voz que no balbucee, unos ojos que miren directamente a la cara, un profesional que afronte los hechos con la serenidad y determinación necesarias para seguir la ruta marcada. Esos son los momentos que aportan verdadero valor, los que crean vínculos sólidos.

Sir Ken Robinson nos invitaba con vehemencia y exquisito humor inglés a detectar nuestra vocación, nuestro Elemento; sin duda, el paso previo e imprescindible para hacer frente con aplomo a cualquier evento y llegar a ganar “la madre de todas las batallas”..., la confianza de tu cliente.