El sector del papel prevé una caída de la demanda por los costes de energía, transporte y materias

    Las empresas asociadas al Clúster del Papel de Euskadi lograron facturar el año pasado 1.352 millones, cifra con la que superaron las caídas producidas en los dos años precedentes con motivo de la pandemia. La producción de pasta y papel también retornó a niveles prepandemia rebasando las 1.383.000 toneladas, según los datos aportados con motivo de la celebración de la 25 Asamblea General del Clúster. Del total facturado el año pasado, el 48% fueron exportaciones. En lo que respecta al empleo, alcanzó los 2.840 trabajadores, de los que el 91% cuenta con contratos fijos y una retribución en un 20-30% superior a las de otras empresas del sector de otras comunidades.

    Además, las empresas mantuvieron su ritmo inversor con proyectos por valor de 71 millones, dirigidos a diversificar su producción, mejorar su competitividad y seguir reduciendo su impacto medioambiental. Pese a esta recuperación, el contexto para este ejercicio 2022 es adverso “con excepcionales incrementos del coste de la energía, materias primas, suministros de todo tipo y transporte”, comentan desde el Clúster. Unos incrementos que no han podido repecurtir en su totalidad en los precios de venta, provocando pérdidas de rentabilidad. A ello se suma la gran inseguridad de suministro (desabastecimiento, plazos de entrega largos) y unos precios de transporte muy altos (tanto fletes marítimos como transporte por carretera). Así, esperan una caída de la demanda en el segundo semestre, al detectarse los primeros síntomas de estancamiento en la realización de ofertas y entradas de pedidos.

    El Clúster del Papel está formado por 13 fabricantes de pasta y papel y 6 fabricantes de bienes de equipo o ingenierías. Además, hay otras 39 organizaciones que integran la cadena de valor. Representa el 9,4% del PIB de la industria manufacturera y el 1,8% del PIB de Euskadi.