Perder el miedo a la apertura del capital en bolsa: BME Growth

Hubo un tiempo, en sus inicios, en el que el mercado bursátil para empresas en crecimiento, entonces llamado MAB -Mercado Alternativo Bursátil- aparecía más en las páginas de sucesos que en las de economía con casos como el de Gowex. ¿Lo recuerdan?

Pero hoy día, tras un largo periodo de perfeccionamiento y aprendizaje, el éxito de este mercado es indiscutible y las posibilidades de financiación que aporta no deben quedar fuera de la reflexión empresarial cuando de captar nuevos fondos se trate. BME Growth es una herramienta concebida para que las empresas en expansión accedan a los mercados de capitales, aporta financiación para desarrollar planes de expansión y, adicionalmente, aporta liquidez a los accionistas y transparencia, notoriedad y prestigio a las compañías. Aunque para ser admitido a cotización hay que cumplir con los estándares de calidad en la información exigida, que suele suponer un cambio radical en la manera de gestionar esa información, este mercado es más accesible de lo que desde fuera puede parecer.

En esta historia hemos presenciado casos de empresas vascas que dieron este paso y supieron aprovechar las ventajas de ser cotizada: lo que hoy es una gran empresa como MásMóvil, ya excluida de bolsa tras una OPA, tuvo su germen en de una pequeña compañía vasca que valientemente tomo la decisión de salir a cotizar en 2012 Y recientemente, en 2021, otras empresas de nuestro entorno han tomado esta decisión en sectores novedosos como el de la inteligencia artificial (Aeternal Mentis) o en sectores industriales, más tradicionales, pero de un nivel tecnológico puntero como es el del equipamiento para el sector eléctrico (Arteche).

Desde aquí, comparto mi convencimiento de que nos encontramos ante una alternativa cuya consideración puede resultar muy oportuna para el empresariado que se plantee planes de crecimiento ambiciosos y demostrables para los que necesite recurrir a financiación. Habrá que profundizar en el caso, analizar el encaje de nuestra empresa y, si esto fuera así, sacudirnos el miedo a compartir el capital con desconocidos que apuestan por nuestra empresa y convertirlo en respeto. Perdamos el miedo.