Reacción contundente frente a la crisis por la guerra en Ucrania

Cuando todo apuntaba a que el ejercicio 2022 sí sería por fin el año de la ansiada recuperación, Rusia decidió invadir Ucrania para dar un vuelco de 360 grados a la economía mundial. Como consecuencia de la guerra, la industria vasca y sus clústeres están recalculando las perspectivas, cuestión harto complicada teniendo en cuenta que se desconoce lo que el conflicto bélico se prolongará en el tiempo.

Los indicadores más ligados al corto plazo como los pedidos, facturación y exportaciones son los que se ven afectados. Así se lo trasladaron los responsables de los 16 clústeres de Euskadi al lehendakari Iñigo Urkullu durante la reunión del Observatorio de Coyuntura Industrial (OCI).

Con estos datos y otros análisis sobre la mesa, el Gobierno vasco ha reaccionado ante la crisis con una batería de medidas que superan los 3.000 millones de euros. Sin medias tintas.

Las medidas para hacer frente a las consecuencias de la guerra en Ucrania se dividen en tres apartados: medidas inmediatas, puestas en marcha al poco de producirse la invasión y de forma previa a las decisiones de la Unión Europea y del Gobierno español; medidas complementarias, que se plantean tras el análisis de la evolución de la situación y las necesidades detectadas por las empresas; y medidas transformadoras, implementadas a través de los planes estratégicos de inversión aprobados.

Destacan las medidas de eficiencia energética y ahorro de costes, que se gestionan a través del Ente Vasco de la Energía (EVE) y que cuentan con una dotación de 150 millones de euros en subvenciones. También se aprobaron medidas de financiación a las empresas más afectadas, gestionadas a través del Instituto Vasco de Finanzas y Elkargi.

Desde las diputaciones forales de Bizkaia, Gipuzkoa y Álava se han diseñado medidas de ayuda de carácter fiscal, cuantificadas en 165 millones de euros. Y el 29 de marzo se presentó el Plan de inversiones estratégicas de Euskadi 2024, por valor de 530 millones.

A lo anterior se suman las medidas complementarias por 200 millones de euros, con un fondo de rescate social y otro económico, y un plan de empleo vasco, que prevé destinar más de 2.000 millones para incentivar 80.000 empleos, apoyar 23.000 empresas y recualificar a 48.100 personas desempleadas.

Una reacción contundente de Euskadi frente a la crisis por la guerra en Ucrania para proteger su economía, su sociedad y su futuro. Sin cortapisas.