El sector desarrolla proyectos para una edificación más eficiente y sostenible

La apuesta de la Unión Europea por la economía verde, gracias a la financiación de los fondos Next Generation, abre una puerta de oportunidades para la innovación en madera y forestal.

La declaración del sector forestal y de la madera como “esencial” durante los meses más duros de la pandemia fue clave para el mantenimiento de la actividad durante esa etapa y ha permitido una rápida recuperación posterior. La demanda de la madera en los mercados internacionales ha experimentado un notable aumento en los últimos meses, lo que ha propiciado un fuerte incremento en los precios de esta materia prima.

Según Baskegur, Asociación de la madera de Euskadi, la falta de consumo interior de madera local se ve amortiguada por la demanda exterior, que ha crecido de 615 millones a más de 800 millones de euros entre 2008 y 2019, “siendo relevante también en 2020 y 2021 por el aumento de los precios de la madera en el mercado internacional”, aclara Oskar Azkarate, director general de la asociación.

En la actualidad, los montes vascos cubren el 54,7% del territorio, uno de los ratios más altos de la Unión Europea. Para Azkarate, la madera es un material cada vez más apreciado en todo el mundo por su ayuda a la hora de combatir el cambio climático. El sector forestal-madera vasco apuesta por la innovación y el desarrollo de la Industria 4.0 para garantizar su competitividad. Las empresas forman parte de la Alianza Vasca por la Bioeconomía y de Basotek, un consorcio de I+D+i. También está dando sus pasos la Red de Biorregiones de Europa, en la que Euskadi comienza a construir proyectos, junto a Finlandia y Alemania, en áreas de construcción sostenible, química verde y bioenergía.

La oportunidad de la economía verde

Así, Baskegur participa como socio en proyectos europeos para trabajar por el futuro del sector. Tres de ellos tienen a la madera de construcción como tema central y proponen soluciones para modelos de edificación más sostenibles y eficientes.

La apuesta de la UE por el desarrollo de la economía verde es una gran oportunidad para que el sector forestal-madera siga innovando en productos que sean capaces de sustituir a derivados del petróleo. Se trabaja en la sustitución de las espumas de poliuretano que se utilizan en la construcción, por otras con polioles obtenidas del serrín de pino radiata. También se investiga para sustituir por papel de celulosa el acolchado agrícola que se utiliza en los cambios de cultivo y evitar el uso de plásticos, así como en la obtención de lignina de la madera para ser usada en productos de química verde, entre otros, la fabricación de barnices y protectores para la propia madera. La cadena de valor del sector forestal-madera vasco supone el 9,5% del empleo industrial de la comunidad, cerca de 19.000 personas y 1.074 empresas, en un sector que genera el 1,54% del PIB de Euskadi.