El coste eléctrico pone en riesgo la recuperación de la industria vasca
Empresas como Sidenor y ArcelorMittal han anunciado paradas en sus producciones debido al alto precio de la electricidad. El Gobierno vasco ha diseñado una serie de medidas para frenar la pérdida de competitividad.
Cuando parecía que finalmente la pandemia dejaba paso año y medio después a una recuperación sin sobresaltos, la actividad económica sufre un nuevo varapalo en forma de factura energética.
La industria es uno de los sectores más intensivos en consumo de electricidad y, especialmente, en determinados ámbitos como el siderúrgico. Por esta razón, varias compañías han anunciado la parada de su producción ante la escalada del precio de la luz, que lastra ya su rentabilidad. En Euskadi, han disparado la alarma el anuncio de Sidenor de apagar sus hornos ante esta situación y el aviso de ArcelorMittal de hacer lo propio de forma selectiva en sus plantas, afectando a sus fábricas vascas.
Más de 200 euros por tonelada
Sidenor asegura que su factura se ha triplicado en el último año, pasando de 60 a 260 euros el megavatio y que el impacto en los costes ha sido de un 25%. “En este contexto de aumento desorbitado de los precios eléctricos, con un impacto en los costes de producción de más de 200 euros por tonelada”, según la compañía, se parará la actividad durante 20 días, lo que supone un 30% de los días productivos programados hasta el 31 de diciembre de este ejercicio.
Con esta medida, el grupo que dirige José Antonio Jainaga -quién también preside la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (Aege)- intentará limitar el impacto del elevado coste de la electricidad en su actividad. Sin embargo, asegura el grupo, “esta parada no soluciona el problema de fondo y otras medidas serán necesarias de persistir el actual panorama de descontrol en los precios”. Esta parada afecta de forma inmediata a la planta principal de Basauri (Bizkaia) y lo hará de forma progresiva al resto de instalaciones en País Vasco, Cantabria y Cataluña.
ArcelorMittal se sumó días después a la iniciativa de Sidenor. Así, el grupo ha decidido suspender temporalmente su producción en algunas de sus plantas, a determinadas horas debido a los altos costes energéticos. La compañía ha admitido que se ha visto forzada a efectuar una “pausa corta y selectiva de producción” en algunos de sus hornos de arco eléctricos en Europa.
Por el momento, la medida se aplicará solo en las acerías eléctricas de productos largos, que podría afectar a dos instalaciones de las que tiene en Euskadi, concretamente las guipuzcoanas de Olaberria y Bergara. La acería de Olaberria produce perfiles medianos para la construcción, mientras que la de Bergara procesa el semiproducto que le llega de la primera y perfiles ligeros para el mismo sector.
Medidas estructurales
Para poner freno a esta situación, el Gobierno vasco ha elaborado un plan para atenuar el impacto de los precios de la electricidad, medidas estructurales a medio y largo plazo que -explican desde el Ejecutivo- no tendrán incidencia en el escenario actual y que están dirigidas al Gobierno central y a la Comisión Europea. “Son ya casi 10 años reclamando una política energética ligada a la política industrial”, lamenta la consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia. En lo que se refiere a España, se pide al Gobierno una carencia temporal por la totalidad de los cargos eléctricos y que éstos sean financiados por el Estado. “Incidir en el mercado doméstico, competencia del Estado, es la vía más rápida para enfriar la escalada de la luz”, asegura.
Según Tapia se trataría de la eliminación y/o aplazamiento temporal de aspectos a día de hoy recogidos en la factura eléctrica como las primas a las renovables, los extracostes no peninsulares o la anualidad del déficit tarifario, que pasarían a ser asumidos por el Estado. De esta manera, el ahorro podría alcanzar el 45% de la factura.
Ajuste de carbono en frontera
Por lo que respecta a la Comisión Europea, se pretende abordar aspectos ligados al ajuste de carbono en frontera para evitar la pérdida de competitividad de la industria respecto a la de terceros países “menos exigentes en cuanto a emisiones de CO2”, así como el posible uso de los recursos propios de gas natural existentes a nivel europeo.
Y es que el precio del gas está siendo también un condicionante de relevancia en los costes, por lo que se propone elaborar un plan de contingencia especial de seguridad de suministro de gas natural para los próximos meses. En esta línea, el lehendakari Iñigo Urkullu, ha propuesto -en el marco de la jornada El futuro de la Ciencia e Innovación celebrada en Bilbao- alcanzar un Pacto de Estado por la energía. Además, ha planteado ante la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, “la conveniencia de una política energética común que permita invertir en la adquisición y almacenamiento conjunto con una visión de largo plazo y disponer de una reserva estratégica de gas como energía de transición”.
Por su parte, Confebask, que preside Eduardo Zubiaurre, y sus asociaciones miembro han enviado una carta a Teresa Ribera, en la que le advierten de las consecuencias “muy negativas” que tendrá en la industria vasca la aprobación del Real Decreto-ley 17/2021, de 14 de septiembre. “Las empresas de Euskadi necesitan, hoy más que nunca, un entorno regulatorio estable y conocido, para la recuperación económica”, asegura Zubiaurre.