BeGas se instalará en el Parque Tecnológico de la Energía en 2022

La startup, que fabrica motores de autogás para camiones y autobuses urbanos, impulsará la industrialización en Bizkaia para llegar a producir 300 unidades a finales del próximo año.

BeGas, fabricante de motores 100% autogás o biopropano de inyección líquida con homologación europea para camiones y autobuses urbanos, espera que el año 2022 sea la rampa de crecimiento y consolidación de su proyecto industrial en Bizkaia. “En cinco años hemos conseguido presentar el único motor 100% autogás o biopropano para camiones y autobuses urbanos con homologación Euro VI D”, afirma con orgullo Pedro Silva, consejero delegado y cofundador de la firma.

La compañía está ubicada en el Automotive Intelligence Center (AIC), en Amorebieta, donde produce sus motores arropada por este ecosistema internacional en tecnología e innovación del sector de automoción. También cuenta con una unidad de integración de motores en San Agustín de Guadalix (Madrid). Su plantilla suma 44 trabajadores.

Desde sus inicios en 2015, BeGas ha contado con ayuda financiera del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), cofinanciado con cargo a los fondos de desarrollo regional Feder. CDTI tiene un 15% de la compañía.

También está en el accionariado Repsol con un 19%, a través de un fondo de capital riesgo; Diputación de Bizkaia, mediante Seed Capital, con un 5%; Ekarpen, sociedad de inversión de Kutxabank, Gobierno vasco, diputaciones y Mondragón Inversiones, con un 12%; la sociedad de capital riesgo Easo Ventures, con un 6%; Itzarri y Ein, con un 4%; BBK, con un 3% y Atlántica Garantía, con el 1%. Los socios fundadores mantienen un 24% y un 8% está en accionistas minoritarios. El capital vasco presente en BeGas supera el 30% del total.

Inversión de 15 millones

La inversión realizada hasta la fecha en BeGas es de unos 15 millones de euros, entre las instalaciones en AIC y en San Agustín y las primeras compras de motores, prototipos y demás. Pero pronto necesitará más financiación para acometer su traslado a unas instalaciones mayores, que tendrá que realizar en 2022 si quiere cumplir con sus retos productivos.

“En cartera tenemos ahora mismo 50 motores que tenemos que facturar este año 2021. En AIC tenemos capacidad de rotación para hacer unos 200 motores y nuestro objetivo es fabricar un total de 300 en el ejercicio 2022. BeGas es una empresa que prácticamente está saliendo ahora al mercado y tiene clientes que quieren esta tecnología. El próximo año el crecimiento de la actividad se disparará, por lo que tenemos que cambiar a una ubicación de más metros cuadrados”, asegura Pedro Silva.

I+D+i en el sector energético

Las nuevas instalaciones de BeGas estarán en el nuevo Parque Tecnológico de Ezkerraldea-Meatzaldea, ya conocido como Parque de la Energía porque albergará el Energy Intelligence Center (EIC), actualmente en fase de construcción. Allí se establecerán empresas como Petronor, Ampo, Tubacex, Tubos Reunidos y Vicinay, para desarrollar conocimiento tecnológico y proyectos de I+D+i para abordar la transición energética. Esta nueva infraestructura tendrá una superficie útil de 18.932 metros cuadrados y servirá también como sede del futuro Parque Tecnológico, por lo que se dividirá en dos grandes bloques.

BeGas precisa de una nave de entre 2.000 y 2.500 metros cuadrados para sus nuevas instalaciones. “Estamos negociando el traslado, pero tendrá que ejecutarse el año que viene. La margen izquierda ofrece incentivos y, además, estaríamos cerca de Petronor, del puerto de Bilbao y de la planta de biocombustible que construye la refinería”, explica Pedro Silva.

Para llevar a cabo el traslado y montar las nuevas instalaciones BeGas necesitará unos dos millones y medio de inversión, que prevé financiar mediante una ampliación de capital y con programas de ayudas del Gobierno vasco destinadas a mejora del modelo productivo, una mayor industrialización, etc. A finales de 2022 prevé tener 70 trabajadores.

Profesionalizar la empresa

Los objetivos productivos de BeGas se vieron frenados por la pandemia del coronavirus, entre otros motivos por no poder viajar a Estados Unidos donde se encuentra su colaborador tecnológico y avanzar en la fabricación del motor en Euskadi. “La pandemia ha ralentizado el desarrollo de nuestro plan estratégico y de negocio, pero nos ha servido para profesionalizar la empresa, organizar manuales, taller, servicio postventa y reforzar los contratos con proveedores, entre otras cosas”, detalla el consejero delegado de la startup.

El próximo mes técnicos de BeGas viajarán a Estados Unidos para formarse en el ensamblaje global del motor. “Hasta ahora hacíamos el 30% final. El motor lleva cientos de referencias y componentes que vienen de casi todas partes del mundo. En la siguiente fase vamos a montar el 100% aquí”, comenta Pedro Silva. “De hecho ya se están fabricando componentes en Euskadi, Cataluña y Comunidad Valenciana y queremos ampliar esa cartera de proveedores, sobre todo en País Vasco, para crear una cadena de suministro ‘kilómetro cero”.

El montaje de un motor lleva entre 12 y 14 horas y el reto de BeGas es hacerlo en ocho horas. Su expertise es la inyección del gas, el control de la electrónica y el rediseño interno de componentes para trabajar con el combustible. “Este motor está trabajado para operar con el gas licuado, que es propano y butano. Pero con ciertas modificaciones podría trabajar con otros combustibles”, asegura Silva.

Estos motores son más económicos, “ya que se reduce el 36% en los gastos de explotación de combustible, gracias al precio del autogás en el mercado”, relata el directivo de BeGas. Otra ventaja es su tamaño, más pequeño y compacto que los motores convencionales, lo que supone una importante ventaja para su adaptación en vehículos pesados. El autogás es una energía alternativa de bajas emisiones, “reduciendo las que afectan a la salud, como el dióxido de nitrógeno, las partículas, los hidrocarburos, en un 98% respecto a un motor diésel, y la contaminación acústica en un 50%. Las emisiones de CO2 un 80%”, asegura Silva.

La implantación de estaciones de servicio desde 2015 que la CE apostó por el autogás ha pasado de 200 puntos de recarga a más de 700. De hecho, el autogás propulsa 27 millones de vehículos en el mundo, 15 millones en Europa, especialmente en Italia, Alemania y Polonia.