Más de 24.000 millones
para transformar la economía

El Gobierno vasco ha diseñado un plan para la reactivación con 13.250 millones de inversión y ha presentado proyectos innovadores por 11.600 millones para captar fondos europeos.

El Gobierno vasco ha diseñado un Plan para la Reactivación Económica y el Empleo con una inversión presupuestaria de 13.250 millones entre 2020 y 2024, ha presentado un listado con 66 proyectos a desarrollar en Euskadi que pretenden captar fondos comunitarios por 11.600 millones y ha señalado las directrices de sus presupuestos para 2021, tras acordar un déficit y deuda pública con el Ejecutivo central, en la Comisión Mixta del Concierto Económico. Tres pilares necesarios para abordar la recuperación y la transformación económica y social de una región, que prevé una caída del PIB del 10,1% para el conjunto de 2020 aunque ya en 2021 espera un 8,9% de crecimiento.

Todos los estímulos son bienvenidos para amortiguar y frenar el deterioro económico-empresarial provocado por la crisis del coronavirus, en un momento en que grandes grupos industriales vascos empiezan a presentar Ertes, despidos y cierres en sus plantas, al no poder contener la bajada de pedidos y de la actividad internacional.

Sectores como la aeronáutica y la automoción son los más afectados y deberán afrontar, como el resto, los retos de la transformación energético-ecológica y la transformación digital.

El Gobierno vasco prevé abordar la reactivación económica manteniendo sus actuaciones destinadas a la revitalización de los sectores más afectados por los cambios en la demanda, el impulso a la consolidación empresarial, la producción cultural y la proyección internacional de Euskadi, así como reforzar la nueva política financiera adaptada al escenario postCovid-19.

Programa ‘Berpiztu’

El Programa Berpiztu, para la Reactivación Económica y el Empleo, prevé una inversión de 13.250 millones durante el periodo 2020-2024, para estimular la economía, mediante la recuperación de todos los puestos de trabajo perdidos y la creación de nuevas oportunidades de empleo.

Esta cantidad de más de 13.000 millones de euros se divide en 9.550 millones de presupuesto más 3.700 millones de avales a empresas y autónomos.

Junto al objetivo de crear 135.000 empleos en cuatro años, también se marcan como metas la creación de 6.000 empresas y microempresas; promover 1.000 proyectos de investigación y desarrollo, y la asistencia a 10.000 empresas industriales.

Berpiztu se enmarca en el ámbito del crecimiento sostenible, uno de los ejes de actuación fundamentales de la Unión Europea, y está alineado con el Programa europeo Next Generation a través de sus dos ejes de actuación: reactivación económica alineada con el mecanismo europeo de recuperación y resiliencia, y el de creación de empleo, alineado con el programa React-Europe de cohesión social.

El programa vasco está en línea con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y la Agenda 2030 y, "especialmente en línea con los objetivos relacionados con la transición energética y medioambiental", además de ocuparse de las "industrias avanzadas y competitivas, la innovación, la sostenibilidad y la cohesión social", señaló el lehendakari Iñigo Urkullu, en la presentación del plan. El primer eje es la recuperación económica, porque el Ejecutivo vasco considera que sin reactivarla no se podrá restaurar el empleo perdido y el sumido en Ertes.

Seis áreas de trabajo

Así, se dará prioridad a seis áreas de trabajo que son la inversión pública; la investigación y transformación digital; la industria avanzada e internacionalización; la transición energética y medioambiental; la industria de alimentos y las industrias y servicios culturales y creativos. El presupuesto de inversión en estas áreas ascenderá a 7.935 millones.

El segundo foco está en la creación de empleo, donde se impulsarán programas que tengan un impacto directo. En concreto, se trabajará en seis áreas como son el emprendimiento, microemprendimiento y nuevas empresas; formación laboral y formación dual; planes de empleo locales y regionales; planes de rehabilitación y rehabilitación de obras; ofertas de empleo públicas; y plan para promover el empleo juvenil. Para estos capítulos se vehicularán 1.615 millones que crearán 135.080 empleos.

Además, se mejorará la calidad del empleo, reduciendo la brecha salarial y la precariedad, y promoviendo la contratación indefinida, y fomentar la conciliación laboral y familiar, entre otras.

El programa Berpiztu está abierto y se ha trasladado a las diputaciones forales, a la Asociación de municipios vascos Eudel y a los actores económicos y sociales, para recibir sus aportaciones de la mesa de diálogo social y la mesa socioeconómica. Recogidas estas iniciativas será cuando se acuerde un documento final y se apruebe el Programa de Reactivación por parte del Consejo de Gobierno a finales de octubre.

A la movilización de los recursos de Berpiztu, se unirán otros fondos provenientes de la Unión Europea. El Gobierno vasco ha elaborado un listado con 66 proyectos a presentar al fondo de reconstrucción de la Unión Europea por un valor global de 11.603 millones de euros. Pero primero se deberá pasar el visto bueno del Gobierno español.

El reto es convertir a Euskadi en un referente industrial y tecnológico en la generación de energías renovables, eólica, biomasa, solar fotovoltaica, geotérmica y marina. También se busca impulsar el transporte limpio y sostenible, con tecnologías que usen el hidrógeno, la economía circular y la bioeconomía, todo dentro de la lucha contra el cambio climático.

Así, el gabinete de Iñigo Urkullu ha elaborado una relación de proyectos que pueden iniciarse en un corto espacio de tiempo o que ya están en marcha, centrados en los ámbitos de transición tecnológico digital, energético medioambiental y en la recuperación económica y el empleo.

La propuesta se divide en tres bloques: 33 proyectos con financiación de las instituciones vascas, con un presupuesto conjunto de 3.490 millones hasta el año 2030, ocho proyectos impulsados por el Gobierno de España por valor de 2.712 millones y 25 proyectos correspondientes al ámbito público-privado, que suponen 5.401 millones de euros.

‘Y’ vasca y el ‘hub’ del hidrógeno

Entre los proyectos impulsados por capital público vasco destacan, dentro del apartado de transición ecológica y medioambiental, 700 millones para poner en valor suelo industrial en desuso a través de su regeneración y acondicionamiento. Mientras, en los proyectos del Gobierno de España figuran, entre otros, la conexión de la Y vasca con el Puerto de Bilbao y variante sur ferroviaria, por 802 millones de euros, la llegada de la alta velocidad a Vitoria y Bilbao, y la construcción de las estaciones, con 556 millones y 509 millones, respectivamente, y las conexiones de la Y con el tramo Basauri-Bilbao, 257,5 millones y con el nudo de Arkaute, 235 millones.

En este mismo apartado de infraestructuras de movilidad destacan la construcción de un túnel entre ambas márgenes de la ría de Bilbao, de 403 millones, y la construcción de la segunda fase de la variante sur metropolitana para conectarla con el citado túnel, la AP-8 y la AP-68, por 187 millones. Entre las iniciativas con capital público-privado destacan por su cuantía el proyecto Green Deal I-DE de digitalización de redes eléctricas y centro de control en Bilbao, en colaboración con Iberdrola, que supone 1.763 millones, y la creación de una gran factoría de baterías de ion-litio, con el apoyo de empresas como Mercedes, CIE, Petronor, Enagas, Iberdrola, Irizar e Ingeteam, por 1.120 millones.

Dentro del apartado de transición energética se incluye el proyecto Aixeindar para construir cinco parques eólicos en Euskadi junto con Iberdrola, por 270 millones, y la creación de un hub del hidrógeno, en colaboración con Petronor, por 400 millones.