Los valores cooperativos como trampolín para remontar en la crisis

No puedo negar que hace unos días me sorprendieron enormemente las palabras del presidente de Mondragón, Iñigo Ucín, en el transcurso de un encuentro en el que participó en San Sebastián. En medio de la incertidumbre y desolación que afecta en general al sector empresarial, ya sea industrial, servicios, hostelería, turismo, etc., comentó en su intervención que la corporación ya está, de media, a niveles superiores al 90% de su producción. Es más, apuntó que algunas cooperativas no dan abasto y trabajan por encima de la normalidad, en especial las de automoción, fabricantes de componentes de electrodomésticos o de material sanitario, entre otras.

Al escucharle se podría pensar que la crisis no ha afectado mucho a la actividad de Mondragón. Pero lo cierto es que su producción se desplomó al 25% en los meses más duros de la pandemia y, sobre todo, durante el confinamiento, por la caída de la demanda internacional. El empleo también se ha visto afectado, con una caída de en torno al 3%, otro sorprendente otro teniendo en cuenta las bajadas de dos dígitos en otras compañías y sectores.

Es más se atrevió a adelantar Iñigo Ucín, sin precisar cifras, que acabarán el ejercicio “decentemente bien”. Con unas ventas totales de 11.600 millones en 2019, sumando división industrial y distribución, cabe esperar que ese decentemente bien suponga si no igualar, por lo menos sí acercarse al ejercicio anterior.

¿Cómo es esto posible?, preguntamos al unísono los participantes y oyentes en el encuentro. El presidente de Mondragón señaló a los ajustes salariales, ajustes de calendarios laborales y al abastecimiento de tesorería, a través del ICO y Elkargi, como las principales claves. Quizás son medidas parecidas a las del resto de compañías, pero en el caso de Mondragón valores cooperativos como la solidaridad, ayuda mutua, intercooperación o responsabilidad han sido, además, los acicates para apuntalar las actividades y mantener los empleos, según señala Rosa Lavín, presidenta de Konfekoop en las páginas de esta revista.

Estos valores que hacen de las cooperativas agentes resilientes en las crisis y que vendrían ahora tan bien para ayudar al resto de compañías.