¿Anestesiados por la liquidez?

En 2020 el escenario ha cambiado radicalmente por una paralización histórica de la economía. Sin embargo, salvo sectores directamente afectados como la hostelería, el turismo o el aeronáutico, en el ambiente no se percibe la sensación de nerviosismo general que había en 2009. ¿Cuál es el motivo de esta situación de calma tensa? La respuesta está en la liquidez. A diferencia de lo que ocurría en 2009, las empresas tienen acceso a liquidez. Los mecanismos habilitados han funcionado de forma eficaz, Elkargi, avales del ICO, aplazamientos de impuestos, los ERTE por fuerza mayor, así como una situación de mayor solvencia de la banca han permitido salvar la situación.

El primer impacto lo hemos gestionado pero no hemos resuelto la situación. Para salir de esta crisis y poder competir vamos a tener que invertir mucho en digitalización, cadenas de suministro y logística, asumir cambios de modelos de negocio derivados de los nuevos hábitos sociales, nuevas formas de consumir, efecto demográfico,... Quien no lo haga de forma rápida corre el riesgo de desaparecer. En esta crisis, no podemos guarecernos en nuestros cuarteles de invierno a que pase el temporal, cuando esto pase, el paisaje habrá cambiado. Debemos además retener y captar talento que sabemos que es escaso y lo va a ser más dada la necesidad de perfiles técnicos, adaptativos y relacionales para afrontar los tiempos en continuo y rápido cambio que vivimos. Todo ello va a requerir de financiación.

No podemos estar anestesiados por la liquidez actual. Liquidez que viene dada por los buenos resultados de los últimos años y por las nuevas financiaciones que hemos conseguido en base a los flujos de caja de años recientes. Estos flujos de caja difícilmente se van a repetir en este año y el próximo, lo cual, puede dificultar la devolución del endeudamiento actual.

Para afrontar esta situación vamos a precisar estrategia para así anticiparnos. Saber a dónde vamos como organización y conocer el volumen y la forma de financiación necesaria para afrontar los proyectos de forma planificada, nos ayudará en la relación con nuestros proveedores financieros y evitará disgustos en el futuro.