Norbolsa anima a diversificar la financiación

Cada vez más medianas empresas acceden al mercado de capitales para buscar fuentes alternativas a la financiación bancaria. Norbolsa aconseja diversificar, porque aporta solidez a las compañías

La financiación de las medianas empresas a través de los mercados de capitales registró un fuerte crecimiento el pasado año, tanto en el número de emisores como en emisiones de pagarés y bonos. El Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF), creado en 2013 para tener ese acceso a la financiación, acumulaba un saldo vivo de más de 5.500 millones a cierre de 2019, el 60% pagarés y el resto bonos de diferente tipología. Desde su origen, 80 empresas han captado financiación en este mercado.

De los 46 programas de pagarés que hay en el MARF, Norbolsa, agente de intermediación bursátil y servicios financieros, está presente en 15 programas, 11 en el MARF y cuatro, en Dublín.

“Hemos captado demanda de inversores por más de 3.000 millones de euros desde 2016 y solo en 2019, 1.800 millones”, explica Manuel Martín-Muñío, director general de la sociedad bursátil. Norbolsa aconseja a las compañías dar este paso, porque aporta solidez a su proyecto empresarial. “El entorno de tipos es muy bajo y los costes de financiación son mínimos. Es un momento favorable para una firma que decide diversificar sus fuentes de financiación”, asegura Raquel Arechabala, directora de inversiones y negocio de Norbolsa.

Evitar la dependencia

Según Martín-Muñío, la empresa no va al mercado por necesidad porque los bancos están dispuestos a prestar dinero, pero “con la crisis se constató la necesidad de tener diferentes fuentes de financiación abiertas para ir gestionando y no depender demasiado de una sola fuente”.

Los profesionales de Norbolsa creen que habrá una tendencia creciente en el acceso de las empresas al mercado de capitales. “Con los beneficios que aporta diversificar las fuentes de financiación, con el entorno de costes de financiación tan bajos y con lo sencillo que es acceder, nos parece que seguiremos viendo una tendencia creciente los próximos años”, comenta María Rodrigo, responsable de negocio corporativo. “Y aunque ahora veamos ese mayor peso de pagarés frente a bonos, progresivamente veremos como las empresas se van acercando también a ese tema. Lo normal es empezar la financiación en el corto plazo, porque es realmente muy sencillo, y luego evolucionar”.

Sobre el tamaño de las empresas que acceden a la financiación en los mercados de deuda, “tenemos empresas medianas que facturan más de 300 millones y que tienen un ebitda de más de 15 millones. Pero te puedes encontrar en el mercado con empresas que facturan 100 millones y menor ebitda”, detalla Raquel Arechabala.

De esta manera, a juicio de Norbolsa no hay unas reglas mínimas para acceder al mercado, “lo importante es que la empresa cuente con un equipo financiero profesionalizado, que tenga una política financiera de medio-largo plazo y, dentro de ese objetivo de diversificar las fuentes de financiación, aborde este mercado de capitales como una alternativa clara más allá del tamaño.”

El mayor temor para las empresas es el reporting a los mercados, el enfrentarse a los inversores profesionales porque con la banca están más acostumbrados y tienen unas dinámicas de hace muchos años”, afirma Manuel Martín-Muñío. “Se les exige un nivel de transparencia mayor al que están acostumbrados. Es un camino que cuesta empezar, pero saben que lo tienen que hacer y que es bueno para ellos”, finaliza el director general de Norbolsa.