Euskadi lanza 1.000 millones en ayudas para afrontar el Covid-19

Un programa dotado con 300 millones, ampliable hasta 500, y líneas de financiación de circulante por 500 millones a coste cero, entre las principales medidas.

La economía mundial se encuentra inmersa en una crisis de gran magnitud provocada por el Covid-19, un virus cuyo impacto social y económico nadie se atreve a cuantificar. Lo que no cabe duda es que sus efectos serán devastadores y marcarán un antes y un después en la historia de la humanidad.

La globalización ha cumplido su función y lo que parecía ser simplemente un nuevo tipo de gripe -que se originaba en China y ahí se quedaría- se ha convertido en una pandemia que ha paralizado la economía de todo el planeta y desplomado las bolsas a niveles que no se veían desde hace varios lustros. España ocupa las primeras posiciones en Europa en cuanto a número de infectados, siendo Madrid, Cataluña y País Vasco las comunidades autónomas con mayor propagación de contagios y muertes.

Con esta evolución, el Gobierno vasco ha aprobado ayudas para afrontar el impacto del coronavirus en la sociedad y la economía de Euskadi, que podrían alcanzar los 1.000 millones de euros: un programa presupuestario de 300 millones, ampliable hasta los 500 millones, una línea de financiación urgente del Instituto Vasco de Finanzas con una cuantía de 25 millones, para facilitar liquidez al tejido productivo, sobre todo, a pymes y autónomos; y líneas de financiación de circulante con avales de la comunidad autónoma por importe de 500 millones para pymes, profesionales y autónomos a coste cero a cinco años con uno de carencia.

También se flexibilizarán y adaptarán las condiciones financieras que consistan en anticipos reintegrables, préstamos o avales en programas como Gauzatu, Bideratu o Indartu. Con estas medidas, el Ejecutivo vasco trata de establecer tres prioridades de actuación en el ámbito económico: el refuerzo del sistema sanitario, apoyo a las empresas y, por otra parte, apoyo a las personas y familias.

Encuentros con los clústeres

Con el objetivo de conocer la situación real de todos los sectores industriales vascos, el Ejecutivo autonómico ha ido mantenido encuentros con el conjunto de clústeres que representan a la mayoría del tejido empresarial de Euskadi. Así, la industria vasca, que supone más del 24% del PIB de Euskadi, resume sus principales demandas en liquidez, financiación, ayudas a inversiones y la revisión de los plazos para las devoluciones de ayudas reintegrables, además de pagos fiscales y obligaciones con la Seguridad Social para afrontar la disminución, suspensión o flexibilidad de la actividad ocasionada por el Covid-19.

Según los sectores industriales, las mayores afecciones llegarán a principios de abril con la falta de suministro de materias primas y de algún producto terminado. No obstante, otro riesgo añadido es la parada de la productividad motivada por causas sanitarias, como ha sucedido en compañías como Mercedes, Michelin, CAF, Irizar y Tubos Reunidos.

Bajada de pedidos

Pero la bajada de pedidos es un hecho que constatan los diferentes agentes económicos, porque la actividad comercial se ha paralizado al evitarse los viajes y encuentros profesionales. No obstante, el contacto con clientes y proveedores se sigue manteniendo a través de medios telemáticos.

Ante la dificultad de implantar el teletrabajo en las plantas productivas se toman otra serie de medidas, como la combinación de turnos, de manera que se garanticen equipos que estén menos expuestos a la propagación del virus, o separar a personal crítico en el sistema de producción para garantizar su salud.

La patronal vasca Confebask y las organizaciones territoriales Adegi (Gipuzkoa), Cebek (Bizkaia) y SEA (Álava) han trasladado, asimismo, las necesidades de las empresas vascas al Gobierno. En un informe aseguran que “serán necesarias medidas extraordinarias de flexibilidad laboral y también de carácter económico y fiscal, para hacer frente a la caída de ingresos y al cierre de actividad”.

En este sentido, piden mantener la actividad en la mayor parte de las empresas donde sea posible, salvaguardando la salud de las personas, y a fin de evitar impactos económicos y en el empleo “más traumáticos que los que se están produciendo”.

Agilizar la tramitación de ERTE

En primer lugar, Confebask propone la aplicación de una serie de medidas urgentes. En el ámbito sanitario, protocolos claros de actuación preventiva en las empresas. En el espacio laboral y social, la patronal vasca pide agilizar y simplificar la tramitación de los expendientes de regulación temporal de empleo-ERTE y prestaciones a cargo de la Seguridad Social para padres y madres que no pueden ir a trabajar a consecuencia del cierre de colegios, entre otros.

En el apartado fiscal, se requieren desde la organización empresarial exenciones y/o aplazamiento en el pago de cotizaciones a la Seguridad Social, aplazamiento de deudas e impuestos tributarios a las diputaciones forales durante al menos seis meses, referido a liquidaciones de IVA, pagos fraccionados del IS y retenciones de IRPF, y aplazar el cobro de impuestos y tasas municipales durante al menos seis meses (IBI, IAE, etc.)

Dentro del ámbito económico- financiero, se sugiere dirigir el fondo de 300 millones a los sectores más afectados, establecer con carácter urgente un programa de ayudas financieras consistentes en créditos al 0%, con el objetivo de ayudar a las pymes y autónomos y paliar la bajada de ventas o el cese de actividad, y el establecimiento de carencias en el pago de las cuotas de préstamos de empresas y autónomos, extendiendo esta medida a particulares afectados por ERE. También se ve necesario acelerar al máximo los pagos de facturas por parte de las administraciones públicas y la creación de una línea de compensación financiera a los agentes participantes en los programas de movilidad internacional de estudiantes, por los gastos de repatriación y cancelación.