Sostenibilidad y digitalización, pilares imprescindibles

Mirando a la que será la nueva normalidad, todos asumimos -o debemos hacerlo- que todo va a cambiar. Desconocemos la mayoría de los cambios que nos vendrán encima, pero hay una serie de pistas que nos indican más o menos, lo que será imprescindible y/o necesario en la vida. Sabemos, por ejemplo, que la digitalización tendrá que implantarse con mayor rapidez de la que ya se decía que irrumpía, y que la sostenibilidad del planeta marcará la actividad de toda la economía.

La Agencia Vasca de la Innovación, Innobasque ha apuntado también a la digitalización y a la sostenibilidad como ejes fundamentales de la innovación en la era postCovid-19, en la celebración de su Asamblea General. A su juicio en un mundo diferente, “las recetas viejas no van a dar solución a los problemas nuevos”, según su presidente, Manuel Salaverría. Así, “la digitalización entendida como la importancia del dato para buscar soluciones efectivas y la sostenibilidad, como una apuesta por el mantenimiento de la biodiversidad del planeta y por asegurar el reparto eficiente de los recursos serán imprescindibles”.

Respecto de las inversiones en I+D+i, se deberán concentrar en fabricación avanzada, energía, biociencias y salud, alimentación, habitat urbano, ecosistemas e industrias culturales y creativas, áreas consideradas de mayor creación de valor por Innobasque.

Y la sostenibilidad y la digitalización son también viejas conocidas de la estrategia del País Vasco, ya que se incluyen como pilares de la misma la triple transición: digital, medioambiental y sanitaria. De esta manera, en principio, Euskadi camina con paso firme hacia esa nueva normalidad.

Precisamente, la Unión Europea, dentro del Programa Next Generation EU, está señalando las columnas en las que se asentará el crecimiento y la recuperación de la economía tras la pandemia y éstas serán, de nuevo, la digitalización y el pacto verde, cambio climático y transición energética. Euskadi parte así con unas premisas adecuadas para acelerar el proceso de transición a una nueva economía.

Cuando todos los caminos apuntan a Roma, casi seguro que el destino sea ese. Se pueden buscar vías alternativas que puedan suponer un ahorro económico a corto plazo, demorar en el tiempo su ejecución, y demás viejas fórmulas y recetas conocidas... Lo que está claro es que la digitalización y la sostenibilidad marcarán el futuro de la economía y de la sociedad en general. Ahora que es momento de reconstruir, de volver a empezar, hagámoslo como se nos indica. Seguro que a la larga nos ahorrará tiempo y dinero.