Suspensos y aprobados en el examen final de la undécima legislatura

Las elecciones autonómicas vascas celebradas el domingo 12 de julio, con el coronavirus amenazando con nuevos rebrotes, han supuesto el pistoletazo de salida hacia la recuperación de la economía de Euskadi. Con el 39,1% de los votos, que se traducen en 31 escaños, los ciudadanos han aprobado la política desarrollada por el PNV y el desempeño del lehendakari Iñigo Urkullu en la última legislatura. La cultura del pacto, el diálogo y la colaboración ha sido la elegida para afrontar el duro camino que le espera a la comunidad autónoma durante los tres próximos años para recuperar los niveles de bienestar y empleo perdidos.

La presión y responsabilidad soportada durante los últimos meses asomó en la noche electoral, donde un emocionado Iñigo Urkullu agradecía el apoyo recibido tras los duros momentos vividos. También aprovechó para recordar que es el momento de poner Euskadi en pie y repitió la petición lanzada poco antes por el presidente del PNV, Andoni Ortuzar: colaboración entre todos los partidos políticos para reconstruir Euskadi.

También ha aprobado con nota EH Bildu, que suma 22 actas al Parlamento vasco, frente a las 18 obtenidos en la convocatoria de 2016. Por su parte, el PSE-EE, a quien las encuestas auguraban un gran impulso, se ha mantenido en el aprobado justo, con un escaño más hasta 10 y se coloca como la tercera fuerza política, una buena posición para reeditar su coalición con el PNV en el Gobierno.

Dos formaciones políticas han empeorado sus resultados notoriamente con respecto de los comicios de hace cuatro años: PP+Ciudadanos y Elkarrekin Podemos. La apuesta de Pablo Casado por Carlos Iturgaiz, con un discurso beligerante contra el resto de formaciones y autoproclamándose el bastión del constitucionalismo en Euskadi, no ha calado en la ciudadanía vasca. Otro tanto de lo mismo para Podemos: la crisis interna de la dirección del partido en el País Vasco ha supuesto la debacle de la coalición morada. Mientras, Ciudadanos consigue entrar en el Parlamento vasco, gracias a su alianza con el PP y VOX irrumpe en la Cámara con un escaño. Alea jacta est! Ahora es tiempo de alianzas, de formar Gobierno y de cumplir lo prometido en los programas electorales.